El operativo de rescate realizado por el helicóptero Pesca 1, con base en Vigo y perteneciente al Servicio de Salvamento de la Xunta de Galicia, consiguió izar a los heridos y trasladarlos al Hospital del Meixoeiro, desde donde días después serían trasladados a Peinador para ser evacuados en un avión del Ejército germano.
Ocurrió el pasado 30 de noviembre y el rescate, al margen de las complicaciones por la mala mar, sería uno más para sino se tratase de un barco muy especial y unos marinos muy preparados. El A53 «Oker», de 83 metros de eslora y 14 de manga, no es un buque cualquiera. Se trata de una patrullera del Tipo 423, destinado a la obtención, clasificación y almacenaje de comunicaciones y señales electrónicas para la inteligencia de las fuerzas armadas alemanas, es decir, en lenguaje «román paladino», un barco espía en toda regla.
Su paso por Galicia no era fruto de la casualidad ni de unas maniobras sin importancia. Muy al contrario, el «Oker» regresaba a su país tras una misión que pocas veces trasciende a la luz pública. El diario alemán Bild am Sonntag, así como varios periódicos españoles de tirada nacional, desvelaban que la patrullera había realizado prácticas de espionaje en el Mediterráneo. Según el rotativo, la Agencia de Inteligencia alemana se había dedicado a conseguir información sobre el conflicto en Siria para ayudar a mercenarios que se enfrentaban a las tropas del país de Oriente Próximo. El sistema utilizado, narraba el Bild, consistía en detectar los movimientos de las fuerzas árabes y trasladar los detalles a los servicios secretos estadounidenses y británicos, que a su vez lo transmitían a los rebeldes.
El «Oker», construido en los astilleros alemanes Flensburger Schiffbaugesellschaft (Flensburg) en 1988, tiene un desplazamiento de 3.200 toneladas y está dotado de dos motores eléctricos para operaciones silenciosas y a baja velocidad (760 hp). Habitualmente navega acompañado por submarinos y puede detectar movimientos de tropas a 600 kilómetros de distancia gracias a su alta tecnología. La marina alemana cuenta con dos unidades más similares (A50 «Alster» y A52 «Oste»). Los tres, además de sus características técnicas, cuentan con una tripulación muy especial. Y es que además de los 36 marineros que tripulan el barco, lleva a bordo a 40 técnicos de inteligencia.
Este preciado equipo humano tiene un alto valor, tanto que el Ejército alemán no dudo en enviar al avión medicalizado «Luftwaffe» a Peinador para recoger a los dos heridos. Ahora, desde nuestro humilde y pobre rincón del Finisterre español, esperamos que la Xunta no se olvide de pasar el correspondiente recibo del rescate -dos horas de vuelo para evacuar a los marinos de la patrullera- a Angela Merkel, la presidenta que tampoco duda en imponer sus leoninas condiciones al resto de Europa.