Los controles rutinarios que la Policía Local de Ponteareas realiza durante el fin de semana, interceptaron a dos conductores que dieron una tasa de alcoholemia que casi cuadriplicaba la legalmente permitida.
Uno de los controles policiales detuvo a un vehículo, cuyo conductor fue requerido para que hiciese la prueba de alcoholemia. Una vez realizada ésta, los agentes comprobaron que arrojaba una tasa de 1,01 ml/g de alcohol por aire expirado, lo que supone más de cuatro veces el máximo legal permitido.
Por su parte, otro de los controles le daba el alto al conductor de una moto de gran cilindrada que circulaba dando fuertes bandazos. Al detenerse, los agentes tuvieron que sostener al conductor para evitar que se cayese con la moto al suelo. Tras realizarle la prueba de alcoholemia, el motorista arrojaba una tasa de 1, 11 mg/l, superando también en más de 4 veces el máximo legal permitido de 0,25 mg/l.
Ambos conductores tendrán que presentarse mañana martes en los Juzgados de Ponteareas en calidad de imputados por la presunta comisión de un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
También en el fin de semana, los controles de la Policía Local de Ponteareas interceptaron a otros conductores que han sido multados administrativamente, por superar la tasa de alcohol permitida.
Según señalaba el concejal delegado de Tráfico del Concello de Ponteareas, Jesús Antonio Fernández Suárez, a Vigo Ultima Hora, «estos controles rutinarios están obteniendo el objetivo que se busca desde un principio que no es otro que disminuir el número de accidentes derivados de la conducción bajo la influencia del alcohol». Fernández Suárez recalcó que «no se trata de controles recaudatorios, sino preventivos» y como muestra de ello señaló que «los vecinos y vecinas saben perfectamente que los fines de semana se realizan controles, porque así se les da a conocer».
Finalmente, el responsable de Tráfico y Seguridade, apuntó que «a medida que se vayan acercando las fechas navideñas se intensificarán este tipo de controles». Se trata según Jesúa Antonio Fernández Suárez, de concienciar a los conductores que los vehículos y el alcohol «son una mala combinación».