La UD Las Palmas salió con más hambre al césped. Los primeros diez minutos fueron suyos. Al Celta no le duraba el balón. La presión de los amarillos daba resultado y el partido casi siempre se jugaba en las inmediaciones del área viguesa. Los menos habituales no le estaban dando motivos a Berizzo para que confiase en ellos en un futuro. El panorama, sin embargo, cambió al cuarto de hora. El Celta por fin disfrutó de una posesión larga. Pablo Hernández y Augusto comenzaron a entrar en juego y el equipo pudo ganar metros. En este avance llegó la primera ocasión celeste. Tuvo un protagonista peculiar, David Costas, que actuó de improvisado lateral derecho. El excentral canterano llegó hasta el área, pero su disparo se topó con el meta rival Raúl Lizoaín.
Parecía que el Celta se había sacudido el dominio inicial, que empezaba a combinar y a mandar en el partido. Pero el fútbol es traicionero porque en estos momentos de respiro celeste llegó el gol de Las Palmas. Y llegó de la forma más simple. Un jugador local mandó un balón aéreo al área. Sergi Gómez despejó, pero Hernán recogió el esférico en la frontal. Se aprovechó de la pasividad de Madinda y Planas para avanzar unos metros y lanzar un disparo a la escuadra izquierda imparable para Rubén.
El escenario pintaba bastante mal para el Celta. Le tocaba remontar, o al menos lograr un buen resultado para la vuelta, ante un equipo muy motivado, con calidad y bien trabajado. La pasividad de algunos jugadores celestes no hacía presagiar que eso pudiese suceder. Diez minutos después marcó Charles, pero el colegiado lo anuló por fuera de juego previo de Planas, autor del pase al delantero. Esta jugada fue un hecho asilado. El Celta no creaba peligro. Berizzo, consciente de ello, mandó a calentar a Orellana, Krohn-Dheli y Larrivey antes del descanso.
El chileno fue la novedad en la segunda parte. Salió en lugar de un Madinda que evidenció falta de ánimo a pesar de encontrarse ante una oportunidad de oro. Pero con Orellana el equipo tampoco mejoró demasiado. La propia inercia del encuentro provocó que el Celta dispusiese de un par de ocasiones, no demasiado claras, con Santi Mina como protagonista. Las penurias celestes aún no habían acabado. En una jugada sin peligro, Sergi Gómez metió la pierna más de lo necesario e hizo penalti a Hernán. Una jugada sin sentido que pudo costar muy cara. Afortunadamente, Culio estrelló el lanzamiento desde los once metros en el larguero. Un alivio, aunque sólo momentáneo. La fragilidad defensiva viguesa volvió a causar estragos. Esta vez a balón parado. El central Marcelo Silva ganó a todos por arriba para marcar el 2-0. El resultado ya era preocupante. Remontar tal desventaja en la vuelta no sería sencillo. Pero el Celta tenía un aliado en el punto de penalti en este partido. Orellana se internó en el área y Raúl Lizoain lo derribó. Velasco Carballo no dudó. El encargado de marcar la pena máxima fue Santi Mina, Lo hizo con suspense porque el árbitro mandó repetir el lanzamiento. Tuvo sangre fría. El primero lo lanzo a su izquierda y el segundo a la derecha, En los últimos minutos el Celta buscó un segundo gol. Charles lo intentó con ahínco, pero el brasileño estaba negado. El Celta salió vivo de Las Palmas de milagro. O más bien, de penalti.
Las Palmas: Raúl Lizoain, Simón, Marcelo Silva, Artiles, Christian Fernández, Javi Castellano, Hernán, Valerón (Vicente Gómez, min. 70), Culio, Asdrúbal (Tana, min. 83) y Guzmán (Roque Mesa, min. 61).
Celta: Rubén Blanco, David Costas (Jonny, min. 70), Cabral, Sergi Gómez, Planas, Borja Fernández, Madinda (Orellana, min. 46), Pablo Hernández (Krohn-Dehli, min. 66), Augusto, Charles y Santi Mina.
Goles: 1-0, min. 22: Hernán; 2-0, min. 78: Marcelo Silva; 2-1, min. 82: Santi Mina, de penalti.
Árbitro: Velasco Carballo (colegio madrileño). Mostró tarjeta amarilla a los célticos David Costas, Sergi Gómez, Orellana, Planas, Krohn-Dehli y Borja Fernández; y a los jugadores de Las Palmas Javi Castellano y Hernán.
Incidencias: Encuentro correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio de Gran Canaria ante 10.679 espectadores.