La derrota ante el Athletic ha sido la octava en los últimos nueve encuentros, contando Liga y Copa, y en esta ocasión la afición tampoco puede resignarse con el juego del equipo. El Celta completó el peor partido de la temporada y muchos miraron al banquillo (aunque Berizzo, sancionado, se encontraba en la grada) en búsqueda de explicaciones. Y es que Berizzo experimentó con su alineación, colocando a varios jugadores fuera de posición, y dio la impresión de que el técnico ‘tiraba’ la Copa del Rey, a pesar de que hace unas semanas declaró que su objetivo era ganarla. Durante el transcurso del encuentro trato de rehacer el dibujo, situando a sus futbolistas en posiciones a las que están más acostumbrados. Pero era ya tarde. El caos táctico era irreparable.
La gestión de los partidos, no solo el de este martes, es el principal debe de Berizzo. Se le ha criticado su tardanza a la hora de hacer cambios y su tendencia, como ocurrió ante el Athletic, a experimentar con las posiciones de sus jugadores. De hecho, ya hemos visto pasar por el lateral derecho, además de a Hugo Mallo y Jonny, a David Costas, Augusto Fernández e incluso Radoja. También se le achaca que ha dado pocas oportunidades a algunos jugadores de la plantilla. Es el caso de Charles, que en estos partidos ha de ser el delantero titular debido a la ausencia de Larrivey tras jugar muy pocos minutos en el primer tramo liguero.
Otra de los motivos de crítica esta realicionado con lo anterior. Se cuestiona que haya exprimido tanto a su plantilla en pretemporada y en los primeros meses de competición con sesiones de trabajo maratonianas. Esto provocó que los jugadores iniciaran el curso en un estado de forma óptimo, pero se temía por un bajón en la segunda vuelta que ha llegado incluso antes de lo esperado.
Además, el equipo, como se demostró ante el Athletic, tiene un problema a balón parado. Apenas saca provecho de las faltas y córners que tiene a su favor y sufre mucho con los balones aéreos que llegan a su área. La estrategia no está siendo uno de los puntos fuertes de Berizzo y su cuerpo técnico.
Berizzo recogió la herencia de Luis Enrique y las comparaciones entre uno y otro son inevitables. Con el asturiano el equipo fue de menos a más, teniendo un final de temporada plácido. Se teme ahora que la tendencia continúe siendo la contraria y que el Celta tenga que sufrir más de lo que todo el mundo se esperaba.
Eso sí, de momento el equipo marcha en una cómoda novena posición en Liga y mantiene un colchón de seis puntos respecto al descenso. Este es motivo por el que Berizzo parece que no ha de temer por su puesto de momento. No obstante, una derrota ante el Valencia, que sería ya la séptima seguida en Liga, empezaría a amenazar la paciencia de Carlos Mouriño, un presidente al que no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones drásticas en lo que atañe a entrenadores. Paco Herrera lo sabe de primera mano.
«Qué importa el dibujo»
Eduardo Berizzo pasó tras el partido por rueda de prensa y cuestionado sobre la sorprendente disposición sobre el campo de sus hombres ante el Athletic, señaló que el dibujo no fue la causa de la derrota y que sí lo fueron los errores puntuales: «Los únicos futbolistas que estuvieron fuera de posición fueron Planas, más adelantado, y Costas, en el lateral. Nada que no se pueda desarrollar. La actuación no pasa por el dibujo, generalmente tampoco tiene mucho que ver cuando ganas. Cuando recibes dos goles a balón parado y cada centro se convierte en un problema, qué importa el dibujo. La actuación no fue buena a nivel colectivo, quizás por una formación en la que muchos jugadores no suelen jugar juntos. Recibimos goles de índole infantil».
El técnico aseguró que su intención no era ‘tirar’ la Copa y aseguró que alineó a los que creía que estaban más preparados para jugar el partido: «Escogemos en relación a lo mejor que tenemos. Después, el fútbol sale como sale. La producción del equipo tiene responsabilidad en mí, nadie juega mal si antes el entrenador no se hace responsable. Todas las malas actuaciones tienen que ver conmigo, pero no en la elección de los futbolistas. No era un once para recibir cuatro goles. La sensación es que la eliminatoria está cerrada producto de unos errores puntuales. No tiramos la Copa. Jugaron futbolistas que son habituales en el equipo. Distinto es si hemos tenido un buen día, que creo que no. No lo tuvimos ninguno porque el primero que pierde soy yo».
Berizzo reconoció que algunos jugadores, como David Costas, no estuvieron acertados, pero reitera que el principal responsable de la derrota es él mismo: «Soy tolerante con la actuación de los jugadores, independientemente de que no fue una buena actuación de él (Costas) ni de varios. No me gusta puntualizar en nadie, porque primero la atención está puesta en mí. En general, nadie se apoyó en esta actuación para ganar un espacio en el equipo. La actuación fue mala».
El técnico achaca la derrota al pobre rendimiento de los suyos a balón parado, pero no considera que sea un problema habitual: «Falló el marcaje de los cabeceadores rivales. Pero fallamos todos, soy el primero que asume la responsabilidad de las derrotas y me incomodan. Es un tema que sufrimos hoy. No habíamos sufrido tanto como hoy».