No soy quien para hablar sobre la continuidad del míster, para eso hay dirigentes. Pero los que entramos en el campo somos los jugadores y a quien no le salen las cosas es a los jugadores. Aquí se trabaja cada detalles, es todo muy minucioso, no se deja cabos sueltos. La responsabilidad es de los los jugadores, de los que entramos al terreno de juego. Todo el cuerpo técnico trabaja muchísimo y está pendiente de cada detalle. Me parecería injusto culparle», asegura Augusto Fernández.
El argentino, por otra parte, reconoce que la derrota ante el Athletic en Copa del Rey ha sentado com un jarro de agua fría al vestuario: «Estamos golpeados por el hecho de que el objetivo en la Copa, sabiendo la importancia que tienen los goles como visitante, era mantener la portería a cero. Nos han hecho cuatro goles y no hay que ser hipocritas y mentir, la eliminatoria está complicadísima. Se tratará el tema cuando llegue el partido y el once que el entrenador elija lo va a tener que dar todo. Hay que darle valor a esotos colores y no existe la posibilidad de no jugar un partido al 100% y sin ilusión, al margen de lo difícil que sea».
Este sábado vuelve la Liga con la visita del Valencia a Balaídos. Será un rival duro, pero Augusto considera que estos momentos cualquier oponente es bueno para intentar acabar con la mala racha: «Creo que en el momento en el que estamos nuestra mira tiene que estar solo en nosotros. Cualquier rival que venga es el rival ideal para salir de este momento. El escalón que viene es la mejor oportunidad y a las oportunidades hay que aferrarse. Estamos muy abajo en cuanto a resultados pero de las malas rachas se sale si uno se aferra a las oportunidades. Desde que estoy aquí, en todas las temporadas me ha tocado pasar algún bache y la única forma de salir es trabajar el doble y entregarse al máximo cada día. Confiamos mucho en que lo vamos a sacar adelante. Pero las palabras no bastan, hay que confirmarlo con hechos».
El capitán celeste reconoce que la situación comienza a ser crítica y la presión crece: «Sacando el partido de ayer, se venías diciendo que el Celta se merecía más. Pero a medida que los resultados no se van dando es lógico que la presión se haga más grande porque se acorta la diferencia de puntos. El descontento es lógico, pero en el fútbol tienes que estar preparados para estas cosas y en estos momentos es cuando se ve las personalidades de los equipos. La clave está en insistir. Vamos a salir adelante y levantar esto».
Por último, se refirió a los arbitrajes y la controvertida sanción a Larrivey tras un altercado en el que él estuvo implicado: «No achaco los resultados de los partidos a los arbitrajes. Quedaría como una excusa. No quiero referirme mucho a eso, simplememte fue un comentario que hice en el vestuario, no directamente al árbitro, y el línea venía atrás y lo escuchó. Reconocí que el comentario lo había hecho yo y aun así ellos no han remendado el error, no quisieron volver atrás. Es un mal trago que me toco pasar y lo he hablado mucho con Larrivey. Me voy a quedar un poco más tranquilo cuando él esté para jugar».