Ahora bien, no obstante, todos debemos ser conscientes y de manera muy especial los profesionales de las noticias, que se debe tener en cuenta la extensión, alcance y consecuencia de dichas noticias sobre el honor, honra, dignidad y ocupación de los afectados, en el supuesto de resultar infundadas o inveraces, porque su rehabilitación resultaría prácticamente imposible o con impredecibles consecuencias personales, familiares, sociales, etc.
Así resulta habitual anteponer (en forma de piadoso subterfugio liberatorio de responsabilidad) el vocablo «presunto», que suele utilizarse cuando se difunden noticias peyorativas, acusatorias o delictivas sobre las mencionadas personas, sus familias o parientes próximos. Ello da pie a que se produzca en los lectores-oyentes, una reacción incontrolable en la gran mayoría, que se va multiplicando de forma progresiva-negativa para los implicados, creándose un juicio paralelo a los Tribunales, con resultados personales irreparables en la mayoría de los casos.
Lo mismo ocurre cuando esas personas son llamadas a comparecer judicialmente como «imputadas» (pese a que recientemente el TS lo suavizó como «imputación provisional») por hechos concretos con apariencia delictiva y si posteriormente (¡¡ muchas veces, muy posteriormente ¡¡) resultan infundados o falsos, se acuerda sobreseer y archivar todo lo actuado. Es bueno recordar, que siempre es preferible absolver a un culpable, que condenar o dilatar la decisión, a un inocente.
De todo ello, nos podemos preguntar:
¿Quién resarce al «presunto» o al «imputado», por todos los daños y perjuicios que le hayan sido originados, unos económicamente cuantificables y otros de tipo personal, familiar, social, e incluso, generacional?
La solución es, en dichos casos «presuntos» o «imputados»:
¿Exigir más responsabilidad profesional en la difusión veraz y contrastada de tales noticias?
¿Regular tales noticias en los medios públicos hasta que acuerden formalmente los tribunales procesar-acusar a los autores de los delitos denunciados o investigados?
¿Contratar más jueces y fijar un breve plazo para no dilatar las resoluciones?