«Soy el primero que digo que este equipo no para de sorprenderme. Saldremos adelante. Estar en la novena jornada en puesto de ‘play-off’ no era algo real. Nuestro sitio está en la zona media y nuestro objetivo es la permanencia. Ahora, después de esta racha, tenemos que trabajar con el mismo entusiasmo», explica Jorge García Lloria, que, no obstante, admite que la derrota ante el Bordils le dejó «un poco tocado. Fue una pequeña decepción».
La situación del Octavio, a pesar de las cinco derrotas consecutivas, no es alarmante todavía. Los académicos, a una jornada para el final de la primera vuelta, son undécimos en la tabla y mantienen un colchón con los puestos de descenso de cinco puntos. Aun así, siguen buscando explicaciones a los últimos resultados adversos. «No creo que sea un bajón. Seguimos teniendo frescura. Quizás por nuestro buen inicio, la gente se haya dado cuenta de que somos un equipo complicado y la capacidad de sorpresa es menor», explica el guardameta.
Lloria cree que la joven plantilla del Octavio se crecerá ante la adversidad a pesar de su inexperiencia: «En las derrotas es cuándo se ve realmente cómo es un equipo. Yo he visto a gente muy enchufada. Si seguimos con esta línea de trabajo, los resultados van a llegar».
La primera oportunidad para iniciar esta reacción se presentará este sábado en Zarautz, concretamente en la pista del Amenabar (19:30), rival contra el que el Octavio cerrará la primera vuelta. El equipo vasco es penúltimo y, por tanto, un rival directo por la permanencia. Jorge García Lloria no es espera ni mucho menos un partido cómodo: «Todos los partidos de esta liga son difíciles. Creo que no van a puntuar muchos equipos en Zarautz».
El guardameta, a sus 30 años, es uno de los veteranos del equipo. Pero él no se ve como tal y no se considera un líder: «Hay mucha juventud, pero lo importante es que vayamos todos juntos». No obstante, seguro que de sus enseñanzas podrán sacar partido los más inexpertos de la plantilla. Y más en estos tiempos de crisis.