El recurso presentado por la Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36 ha sido rechazado por el Alto Tribunal sin posibilidad de recurso alguno. «Aun admitiendo que originariamente tuviera un significado de exaltación de la guerra civil y de la dictadura, no puede compartirse que hoy, una vez desaparecida toda la simbología fascista a que más arriba (en los fundamentos de derecho) se hizo referencia -puesto que no se puede considerar que la tengan las figuras y símbolos representativos de los ejércitos-, siga teniendo ese componente de exaltación inicial, habiendo desaparecido su carga política, y puede ser, contemplada como un elemento religioso, aunque no fuera su significado originario, puesto que es evidente que se trata de una cruz latina», afirma el fallo judicial.
A pesar de la rotundidad con la que se muestra el Tribunal Superior, una de los tres magistrados emite también un voto particular. «A pesar de la retirada de la simbología accesoria no puede considerarse desvirtuada su naturaleza original, en cuanto permanece el elemento principal que definía y define la naturaleza del conjunto arquitectónica, esto es, la Cruz erigida con un significado», señala para añadir que «entiendo, como entendió el juez, que la Cruz ha de ser retirada».
Sentencia de septiembre de 2014
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº2 de Vigo había dictado con fecha del 4 de septiembre de 2014 sentencia en autos por la que estimaba «el recurso de la Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36 contra la resolución de la Junta de Gobierno Local del Concello de Vigo de 1 de marzo de 2013 por la que no se accede a la petición formulada por la asociación demandante, y acuerdo anular el acto recurrido y condenar al Concello de Vigo a que proceda de forma inmediata a adoptar las medidas oportunas para la retirada del elemento arquitectónico denominada «Cruz de los Caídos» sito en el Monte do Castro de Vigo».
La Cruz do Castro se erigió hace más de 50 años en la falda del monte vigués y desde hace una década la Asociación Viguesa por la Memoria Histórica reivindica que se retire al tratarse de un vestigio de la dictadura. Ya se ha quitado símbolos del franquismo en otros edificios oficiales e iglesias de la ciudad, pero la enorme cruz que recibe a los visitantes en el parque central continúa resistiendo. La mayoría de las inscripciones ya han desaparecido con el acuerdo del gobierno municipal, aunque desde el Concello mantienen que en este caso la Cruz ya ha perdido su simbología y se trata de un elemento religioso.