La alarma se disparó en el centro penitenciario pontevedrés a primera hora de la mañana con la llegada de los dos sobres y su apertura por parte de funcionarios de administración del penal. Inmediatamente fueron trasladados al hospital vigués, donde fueron sometidos a pruebas, que resultaron negativas en todos los casoss.
La Guardia Civil movilizó a su unidad NRBQ (Nuclar, Radiológico, Biológico y Químico) para determinar de qué sustancia se trataba. En un primer momento se decidió que los trabajadores fuesen desalojados de las instalaciones en las que se recibió el correo como medida de prevención, aunque a medita tarde quedó descartado cualquier problema.