El Tratado de Versalles fue el acuerdo firmado en París en 1919, mediante el cual se puso fin a la 1ª Guerra Mundial entre Alemania y la coalición de países aliados, la Triple Entente, mediante el cual se determinaban las responsabilidades del país germano en la contienda y se fijaban las indemnizaciones que debían pagar a las potencias vencedoras.
Pues bien, en el texto del citado tratado se hace mención a Vigo, concretamente en la parte VIII del mismo, en la sección que se refería a las comunicaciones cablegráficas. El porqué de esta referencia lo explicamos a continuación.
El Cable Alemán
En 1905 en Vigo ya existía una oficina de la empresa cablegráfica británica, El Cable Inglés (Eastern Telegraph Co., Ltd) desde 1873, a través de la cual pasaban por Vigo las noticias de medio mundo hacia Inglaterra, según nos cuenta José R. Cabanelas en sus trabajos de investigación.
Pero en ese año de 1905 se abriría otra oficina similar, en este caso de la empresa cablegráfica germana, la Deustch Atlantische Telegraphengesellchaft (D.A.T.) o El Cable Alemán como era conocido en nuestra ciudad. Hasta entonces la línea germana había sido gestionada por personal de la compañía británica (A la izquierda, cablegrama D.A.T. de 1940).
La compañía germana había nacido en 1896 en la ciudad de Colonia con la intención de poder comunicarse con los Estados Unidos de América. Para ello la primera línea alemana sería la tendida entre Emden (en el N.O. de Alemania) y Vigo. Desde nuestra ciudad la compañía alemana se comunicaría con EE.UU. a través de la línea británica, que tenía el monopolio de la comunicación atlántica.
La primera oficina de la empresa teutona fue dirigida por Ubbo Emmius Bakker en el edificio Bárcena con entrada por la calle Velázquez Moreno en el número 22 bajo, con instalaciones contiguas a la de El Cable Inglés. Apellidos alemanes como Künne, Steinbrüggen o Brandt conocidos en Vigo datan de esa época.
El Cable Alemán, al igual que su homóloga británica, construiría un magnífico edificio para residencia de su director y de sus empleados solteros (imagen derecha), en el número 62 de la calle Pi y Margall. El edificio construido en piedra disponía de calefacción, agua corriente, baños, biblioteca, sala de juegos y pista de tenis entre otras comodidades. El gobierno USA incautó el edificio al acabar la 2GM y posteriormente lo vendió de nuevo a Alemania. El edificio a partir de los años 50 sería utilizado como Colegio Alemán.
El gobierno alemán costeaba los gastos de vivienda de sus trabajadores en el exterior, así como los gastos médicos y el viaje de vacaciones a Alemania. Hay que mencionar que entre las causas de despido, la compañía contemplaba las indiscreciones (claúsula de confidencialidad) y el matrimonio no autorizado por la empresa, en base a la procedencia de la novia y su reputación cuando ésta podía dañar el prestigio de la compañía.
Ambas compañías, la británica y la germana fomentaban el deporte en el tiempo de ocio de sus empleados, por lo que solían competir en fútbol, atletismo y otras disciplinas deportivas. Tambien se organizaban partidos entre el personal de ambas compañías y las tripulaciones de buques germanos y británicos que recalaban en nuestro puerto.
La Gran Guerra
La compañía alemana mantendría sus oficinas abiertas hasta 1914 cuando comenzaría la Gran Guerra, ya que entonces los británicos cortaron el cable germano en pleno Canal de la Mancha, creando un problema serio en las comunicaciones alemanas.
La respuesta germana fue, por un lado, utilizar el buque «Stephan» atracado en Vigo desde el que se podían emitir radiomensajes y por otro instalar una gran antena en el monte del Castro que servía para comunicarse con los buques y submarinos de la armada del Káiser.
Acabada la guerra las oficinas germanas serían de nuevo abiertas en 1929 hasta el año1939 en que comenzaría la segunda guerra mundial.
Tratado de Versalles
Volviendo a 1919, Alemania es derrotada y en un palacio del recinto real de Versalles, es donde su ministro de AA.EE. Hermann Müller firma el tratado con las reparaciones que Alemania debería pagar a las potencias vencedoras (en la imagen de la derecha, firma del Tratado).
En el mismo también se contemplaban los territorios y colonias que pasaban a ser controlados por los aliados y las indemnizaciones que los vencedores imponían al vencido, entre las cuales se concretaba que Alemania renunciaba a todos los derechos, títulos o privilegios de cualquier naturaleza en el sector de los cables submarinos, en concreto en la línea Emden-Vigo. De esta manera nuestra ciudad es mencionada en el citado tratado.
Espionaje entre ingleses y alemanes en Vigo en la 2GM
Se da la curiosa circunstancia que en los meses anteriores al comienzo de la 2ª Guerra Mundial los empleados de El Cable Inglés de Vigo comenzaron a notar que el tráfico de cablegramas entre Alemania y Japón aumentaba vertiginosamente, ya que la línea entre Vigo y Tokio era propiedad de la Eastern y su personal podía controlar los mensajes germanos al lejano oriente.
Los cablegramas iban cifrados con códigos mediante máquinas como la famosa Enigma. Estos códigos llevaron de cabeza al servicio secreto británico en los comienzos de la contienda mundial, ya que al no ser capaces de descifrarlos originaron que los submarinos alemanes (U-boot), pudiesen cometer una verdadera carnicería con los buques británicos de abastecimiento que intentaban cruzar el Atlántico.
El objetivo de los cablegramas alemanes hacia Japón era conseguir que el gobierno y el ejército japoneses apoyasen la politica expansionista del Reich alemán. Los mensajes estaban firmados por el ministro aleman de AA.EE. Von Ribbentrop (foto izquierda). Estas negociaciones fructificarían en septiembre de 1940, mediante el acuerdo firmado en Berlin por los cancilleres de Alemania, Italia y Japón conformando el eje Berlin-Roma-Tokio.
Se daba la curiosa circunstancia que las oficinas de ingleses y germanos estaban separadas apenas por un tabique, existiendo dos ventanillas abiertas en el mismo para intercambiarse despachos.
En cuanto a problemas surgidos entre germanos y anglosajones durante la guerra podemos citar como curiosidad, el incidente (*) entre el segundo oficial del mercante alemán Bessel que destrozó el automóvil del vicecónsul de EE.UU. en Vigo, debido a una importante ingesta de alcohol.
Despues de 1945 la oficina de El Cable Alemán reabriría en el año 1954 pero gestionada con personal británico de la Eastern.
(*) Antonio Giráldez Lomba. Vigo y su colonia alemana en la 2GM
Fuente: 25 Empresas del Vigo de siempre. Ed. Cardeñoso.
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