La gran sorpresa en el once de Eduardo Berizzo fue Álex López, que entró en lugar de Radoja en el centro del campo. Arriba, como estaba previsto, Larrivey sustituyó a Charles en la punta del ataque. La primera parte estuvo condicionada por el riguroso penalti que señaló Mateu Lahoz al cuarto de hora. Aduriz peinó un balón, que recogió Munaín. El menudo atacante vasco se internó en el área. Augusto se interpuso en su camino y el jugador del Athletic cayó al suelo. El colegiado interpretó que aquello no era una carga legal y tras darle un poco de suspense a la acción señaló al punto de penalti. Aduriz fue el encargado de convertir la pena máxima con un disparo ajustado al palo derecho de la portería defendida por Sergio.
Este riguroso castigo desquició al Celta, que hasta ese momento le estaba plantando cara a un Athletic en estado de gracia. Los jugadores celestes se perdieron en las protestas y apenas supieron crear juego. La ausencia de Radoja en mediocampo restó equilibrio. El conjunto celeste era un equipo roto que no sabía cómo librarse de la presión de su rival. Krohn-Dehli apenas aparecía. El Athletic, por contra, encontraba fácilmente caminos hacia el área celeste.
En el 18, el conjunto vasco estuvo a punto de aumentar su ventaja. Williams le robó el balón a Álex López en mediocampo y asistió a Aduriz. El delantero se marchó de Cabral con un recorte y se plantó ante Sergio. Intentó driblar también al portero, pero este supo aguantar y acabó despejando su disparo.
El Athletic se encontraba muy cómodo y en el 25 gozó de una nueva oportunidad. Por fortuna, el derechazo de De Marcos se marchó fuera tras una jugada tejida por Muniaín y Williams. El Celta trató de estirar líneas, pero era incapaz de elaborar juego. Y acabó llegando lo que se intuía que iba a llegar: el segundo gol visitante.
Beñat botó un córner que fue cabeceado por Aduriz al larguero. San José fue el más rápido para recoger el rechace y enviar el balón a la red. Berizzo había insistido en la previa en la importancia de las jugadas a balón parado en este partido, pero el Celta volvió a pecar en este aspecto, como ya lo había hecho en el partido de Copa de hace un par de meses. El Celta era incapaz de reaccionar y el Athletic amenazaba con matar el partido antes del descanso. Casi lo consiguió Aduriz en una contra. El delantero, sin embargo, se adelantó demasiado el balón y Sergio llegó antes.
El Celta estaba obligado a reaccionar en la segunda parte pero el inicio de la misma no invitó al optimismo. En el primer minuto de la reanudación, Aduriz inició una jugada en el centro del campo. Williams entró como un puñal por la banda derecha y envió el balón al área, donde ya estaba Aduriz. El delantero, a pesar del balón franco que le puso su compañero, no encontró portería.
Tras este susto inicial, el Athletic se relajó y le cedió el mando del partido al Celta. Los celestes comenzaron a acechar el área bilbaína. Dos cambios variaron definitivamente el rumbo del partido. Aduriz, el hombre más peligroso de los visitantes, cayó lesionado en el 54 y tuvo que ser sustituido. Cuatro minutos después, Berizzo hizo un movimiento valiente. Decidió sacar del campo a un desacertado Álex López y en su lugar entró Santi Mina. El canterano, nada más saltar al terreno de juego, dispuso de una ocasión magnífica, pero se encontró con Iraizoz. El Celta, desde ese momento, se lanzó a por el gol y las ocasiones se sucedieron. Krohn-Dehli y el hiperactivo Mina fueron los protagonistas en estas jugadas, que fueron la antesala del 1-2. Larrivey volvió a marcar muchos meses después en Balaídos tras aprovecharse de un gran centro de Orellana.
El Athletic, que se había echado atrás, estaba prácticamente noqueado en esos momentos. Era la gran oportunidad del Celta, que espoleado por su público soñaba con el empate. El área vasca se vio azotada por un auténtico huracán celeste en estos minutos. El equipo vigués llegaba con muchos hombres, pero no encontraba esa jugada, ese toque final, que acabase con la resistencia de un rival que estaba contra las cuerdas.
El partido avanzaba y el Celta no era capaz de marcar. Además, Mateu Lahoz, en su segundo error grave de la noche, decidió perdonar la segunda tarjeta amarilla a Beñat. El Athletic, poco a poco, fue ganando tranquilidad porque el Celta fue perdiendo fuelle.
Berizzo intentó un nuevo movimiento audaz dando entrada en el campo a Bongonda en lugar de Hugo Mallo. El Athletic se quedó con diez porque Mateu sí que le mostró la segunda amarilla a San José en el 84, lo que no había hecho antes con Beñat. Pero al Celta no le quedaba gasolina. Su reacción se quedó a medias.
Celta: Sergio, Hugo Mallo (Bongonda, min. 85), Cabral (‘Tucu’ Hernández, min. 90), Fontás, Jonny, Krohn Dehli, Alex López (Santi Mina, min. 58), Augusto, Orellana, Nolito y Larrivey.
Athletic: Iraizoz, De Marcos, Etxeita, Laporte, Balenziaga, San José, Beñat, Muniain, Ibai (Iturraspe, min 62), Aduriz (Guillermo, min. 54) e Iñaki Williams (Susaeta, min. 86).
Goles: 0-1, min. 16: Aduriz, de penalti; 0-2, min. 31: San José; 1-2, min. 63: Larrivey.
Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano). Mostró tarjetas amarillas a los locales Augusto Fernández, Orellana y Kronh-Dehli; y a los visitantes Beñat, Susaeta y De Marcos. Expulsó a San José por doble amarilla en el minuto 84.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 27 de Primera División disputado en el estadio de Balaídos.