«Para mí es importante que directores como Kike Maíllo me propongan un personaje que no había hecho hasta ahora, algo mayor, un tipo que ha estado en la cárcel durante cinco años, que se quiere reinsertar en la sociedad y que tiene una violencia, un monstruo, un veneno dentro que va a intentar controlar durante este viaje, ese es Toro», señaló Casas sobre el personaje que interpreta.
El actor habló también sobre su nuevo «look», con la cabeza rapada. «Siempre me ha gustado cambiar lo máximo posible, cada vez me dejan hacerlo más, me ha pasado con «Palmeras en la nieve», en el que interpreto un personaje de 17 o 18 años, y hay un proceso también físico, de pelo, de cuerpo… En este caso igual, les dije que quería la cabeza rapada, por el tipo de estética que tiene el personaje, por cómo es, de dónde viene, y cinco años después, cuando sale de la cárcel, tal vez con ese pelo tan largo, con las patillas, todo lleno de tatuajes… Y ahora, la que haré con Álex de la Iglesia, también va a sorprender bastante el look, la gente va a conocerme poco… Me gusta, al final lo que te da este tipo de cambios es convertirte en otra persona cuando te miras en el espejo, eso ayuda muchísimo a la hora de crear un personaje»
Aprendiendo de Tosar
Trabajar junto a Tosar es una de las claves para Casas, que se siente gallego por los cuatro costados y que esperaba desde hace tiempo rodar en su tierra. «Me fui de Coruña a los 4 o 5 añitos y siempre me ha pasado. Estuve en Barcelona y pensaban que era catalán, después en Madrid… Siempre lo digo, soy gallego, toda mi familia es de aquí, y siempre había deseado trabajar fuera, venir a mi tierra a trabajar, en este caso fueron dos semanitas en Vigo, me gustaría venir más, tal vez hacer una película con ensayos, pàsar tres o cuatro meses en mi tierra con mi gente, con amigos y familia. Me ha costado diez años venir, pero siempre lo digo, cada vez que puedo, que soy gallego, y además trabajar con Luis Tosar, al que admiro mucho y quiero aprender de él, porque es uno de los grandes», afirmó.
Respecto a su evolución como actor, asegura que se adapta a la edad. «Tengo 28 años y si te dan la oportunidad de seguir trabajando, te vas haciendo mayor y te ofrecen otro tipo de personajes. Al final, los actores tienen la oportunidad de contar según sus vivencias. Cuando tienes 20, 21, 22 años, lógicamente te ofrecen papeles en los que representas a alguien más joven», explica.
La popularidad de Mario Casas entre las jóvenes, con decenas de club de fans, es un hándicap para las grabaciones, tal y como reconocieron los productores, pero el actor asegura que lo tratan muy bien. «Bien, que la gente me apoye me encanta, en Andalucía había muchas seguidoras por las películas dirigidas al público joven y me encantan las muestras de cariño. Es bonito que te saluden y te señalen con el dedo, porque me dan la oportunidad de estar donde estoy y seguir trabajando». No ha tenido mucho tiempo para visitar Vigo, ciudad que pisaba por primera vez, pero Tosar se ha encargado de darle algún paseo. «Luis no ha tenido mucho tiempo para sacarme por ahí pero hoy (por este martes) fuimos a comer y el domingo paseamos por Samil», señala.
También hizo referencia Mario Casas a la implicación de productoras gallegas en el largometraje «Toro». «Hay varias productoras y nos ha tocado rodar en Almería, Andalucía, ahora en Galicia, pero es bueno potenciar todo eso, porque hay grandes profesionales. El trabajo que está haciendo Luis para traer películas como «Toro», grandes, potentes, que quieren llegar al público… que cuente con el equipo gallego es importante», señaló.
«Toro»
La película está protagonizada por Mario Casas y Luis Tosar. Completan el elenco Claudia Vega, José Sacristán y Ingrid García Jonsson. Con guión de Fernando Navarro y Rafael Cobos, «Toro» está producida por Apaches, Atresmedia Cine, Zircocine y Escándalo Films. El director catalán Kiko Maíllo se asoció en esta ocasión a dos guionistas de reconocido prestigio: Fernando Navarro («Anacleto: Agente secreto») y Rafael Cobos («La isla mínima»). Propone un ‘thriller’ oscuro que mezcla el cine negro, una historia de flamenco, familia, gángsters y traición.
El rodaje ya comenzó hace unos semanas en Málaga para continuar en Almería. En las últimas semanas han grabado en A Estrada y Ourense. La semana pasada estuvieron en Vigo, con rodajes en el puerto de Canido y el centro médico Povisa. También estuvieron en el Náutico y esta semana lo harán en los muelles de Bouzas. Un equipo, encabezado por el propio Maíllo, estuvo en la ciudad el pasado diciembre buscando localizaciones entre los astilleros de Bouzas.