Según informó la Zona Franca, esta nave, que en las fachadas que dan a la avenida de Citroën tendrá muros ajardinados, combinará el uso logístico de almacén en planta baja con dos niveles de aparcamiento en altura con capacidad para más de 1.000 vehículos y su construcción se considera fundamental para el proyecto de transformación del polígono.
Ahora, previsiblemente, el Comité Ejecutivo convocado de forma urgente por Teresa Pedrosa para el próximo lunes, aprobará los pliegos del concurso de obra que se publicarán esa misma semana con un plazo de presentación de ofertas de 40 días. Sobre esas fechas se espera que los trabajos puedan comenzarse en el mes de agosto y estén terminados en verano del año que viene, añade el comunicado.
Esta obra –una de las de mayor presupuesto de las que hay en marcha de la ciudad- cierra la primera fase del Proyecto de Transformación del Polígono de Balaídos acordado entre el Consorcio y Peugeot-Citroën para optimizar la factoría y en el que Zona Franca ya ha invertido 11 millones de euros realizando en un tiempo récord tres naves que suman 17.000 m2 y la reforma de los accesos sur y oeste.
Pedrosa ha resaltado que el Consorcio siempre cumple sus compromisos en los plazos acordados «sobre todo cuando de ello dependen la generación de empleo en la comarca y asegurar el fortalecimiento de nuestro sector industrial». Teresa Pedrosa anunció que a esta primera fase de transformación del polígono de Balaídos le seguirá la construcción de la denominada nave Z y una nueva pista de pruebas, proyectos pendientes del desarrollo urbanístico de la ampliación del Polígono que se ha acordado recientemente con el Ayuntamiento de Vigo.
Características de la Nave H
La denominada Nave H, objeto del presente acuerdo, se emplazará sobre una superficie de aproximadamente 17.000m2 que, en la actualidad se destina a aparcamiento. La superficie total del edificio será de 42.657 m2 se trata, por tanto, de un edificio de gran volumen que contará en planta baja con una nave de almacenamiento y distribución de piezas de automóviles y destinará la planta primera y la cubierta a aparcamiento abierto para vehículos y motos que dará servicio a toda la fábrica. Desde un punto de vista formal, el edificio tiene un marcado carácter horizontal y se desarrolla en dos plantas sobre rasante y cubiertas transitables.
La originalidad el diseño radica en que las fachadas que dan a la avenida de Citroën serán «muros verdes» que aminorarán el impacto óptico de una construcción de estas dimensiones al tiempo que abrirá una nueva perspectiva vegetal en un espacio densamente construido. Las llamadas paredes vivientes, living walls, jardines verticales o fachadas vegetales tienen efectos muy positivos ya que se ha demostrado que los núcleos urbanos con vegetación reducen varios grados su temperatura en verano. Además de propiciar más biodiversidad, también limpian el aire ya que permiten que las plantas absorban más partículas contaminantes.
En las plantas superiores, en cuyos perfiles se instalará ese jardín vertical, se ubicará un aparcamiento para coches y motos. Dicho aparcamiento se plantea abierto en planta primera para conseguir así ventilación natural por fachada. La planta de cubiertas será transitable y en ella se situará otra planta de aparcamiento en este caso descubierto. Con esta obra el Consorcio consigue modernizar la factoría de Peugeot Citröen, reponer las plazas de aparcamiento existentes y aumentarlas hasta más de mil de manera que queda resuelto el grave problema de aparcamiento que estaba también afectando a los viales exteriores a la fábrica.
En el informe presentado por el Consorcio al Consejo de Ministros para conseguir la autorización se explica la importancia de las obras que se están llevando a cabo en Balaídos y su repercusión en el empleo y la actividad económica. Se destaca que la firma de los convenios entre Consorcio y Citroën ha sido un factor fundamental para que, finalmente, la dirección del grupo anunciase, el pasado mes de diciembre de 2014, que el proyecto K9 se adjudicaba a la planta de Vigo, que garantiza la actividad y la supervivencia de la planta viguesa en los próximos años y, por extensión, de todo el sector de la automoción de la comarca cuya actividad está tan ligada a la factoría.
El informe también recuerda que «en concreto, en la factoría viguesa de Peugeot Citröen Automóviles España se fabrica el 15% del total de vehículos producidos en España y sus exportaciones, en el ejercicio 2013, ascendieron al 23,3% del total gallego; asimismo, hay que señalar que esta planta es la más productiva de toda España y la cuarta más productiva de Europa».
Proyecto de transformación del polígono de Balaídos
Como ya se ha venido informando, y con el fin de mejorar su competitividad, la planta ha puesto en marcha un proyecto que permitirá reducir drásticamente los costes logísticos, tanto los ligados al aprovisionamiento de componentes que conforman el vehículo y que son fabricados por los proveedores en sus instalaciones, como los relativos a los flujos logísticos internos en la planta. Como base esencial para reducir los costes logísticos, se pretende aplicar el principio básico de acercar los componentes al punto de consumo: las líneas de fabricación de la planta de Vigo. Para ello, resulta imprescindible contar con instalaciones disponibles dentro de la fábrica. Sin embargo, dada su construcción dentro del recinto de los años 50, la planta de Vigo es muy compacta y no dispone de superficie desarrollada para que esto pueda producirse. Así pues, la única solución es optimizar el espacio disponible mediante la construcción de nuevas naves que aprovechen al máximo la escasa superficie de la que se dispone.
Ante esta situación y la imperiosa necesidad de reorganizar la factoría para incrementar su competitividad, la dirección de la planta viguesa de PCAE se puso en contacto con el Consorcio de la Zona Franca para explorar posibles vías de colaboración que redundasen en beneficio para ambas partes.
Como resultado de estas conversaciones, el Consorcio y PCAE suscribieron dos convenios de colaboración para la construcción de inmuebles por parte del Consorcio y su posterior arrendamiento por PCAE, de fechas 5 de julio de 2013 y 29 de mayo de 2014, respectivamente.
El objetivo de ambos convenios se puede resumir como sigue: el Consorcio se compromete a construir diversas naves en los terrenos de su propiedad arrendados a PCAE y ésta se compromete a alquilar las nuevas edificaciones, una vez finalizadas
Al amparo del primero de estos convenios, ya se han construido los siguientes inmuebles:
-Portería Sur de 451,23 m2 y un coste ejecutado de 746.000 € (IVA no incluido).
-Nave S Fase I de 2.569,55 m2 y un coste ejecutado de 1.625.000 €.
-Nave S Fase II de 2.409,10 m2 y un coste ejecutado de 1.190.000 € (IVA no incluido)
-Nave MHF, de 1.966,60 m2 y un coste ejecutado de 1.466.000 € (IVA no incluido).
-Nave G de 12.529,70 m2 de superficie y un coste ejecutado de 5.817.000 € (IVA no incluido).
-Acceso Sur con reforma de accesos con un coste ejecutado de 504.000 €
-Acceso Oeste- San Andrés con un coste ejecutado de 647.000 €
La firma de estos convenios ha sido un factor fundamental para que, finalmente, la dirección del grupo anunciase, el pasado mes de diciembre de 2014, que el proyecto K9 se adjudicaba a la planta de Vigo. Como ya se ha indicado anteriormente, la concesión de este proyecto garantiza la actividad y la supervivencia de la planta viguesa en los próximos años.
Acciones de eficiencia energética
Además de estas obras, paralelamente el Consorcio lleva dos años mejorando la eficiencia energética del polígono y conseguir con ello reducir los costes de producción de las empresas instaladas en Balaídos. Las acciones que se están acometiendo son de dos tipos.
En primer lugar, la disminución de los consumos eléctricos en las factorías mediante la sustitución de 80.000 tubos fluorescentes por tubos basados en tecnología LED. Este cambio supone un ahorro energético de un 55% del coste de iluminación que más o menos se puede traducir en un ahorro económico de 800.000 euros al año en electricidad y un ahorro de 125.000 euros al año al no tener que reponer las luminarias ya que las lámpara LED duran mucho más.
Y en segundo lugar, conseguir la disminución de los costes eléctricos de las industrias instaladas mediante la elevación de la tensión de suministro. A excepción de la planta de Peugeot Citroën, hasta el año 2014 el suministro eléctrico en Balaídos se realizaba en media tensión y ahora se está cambiando a alta tensión. Con esto se estima una reducción anual de la factura eléctrica del 18,6% lo que se puede traducir en un ahorro de un millón de euros en las facturas. Estos ahorros son fundamentales dado que la posición competitiva de las fábricas del automóvil es cada vez más delicada y que las exigencias de reducción de costes y mejoras logísticas son cada vez mayores.