Por otra parte, considero de sumo interés el reflexionar sobre la figura de Jesús de Nazaret en su condición de hombre, de revolucionario, de innovador, de portador de un mensaje de amor, de perdón, de hermandad y de identificación con el prójimo, de renuncia a favor del necesitado y en general de un mensaje que creo que es la verdadera aportación del personaje, con independencia de su condición o no de dios, profeta o de cualquier otra dignidad que se le atribuya, que por otra parte creo que poco importa y que nada aporta al verdadero mensaje.
Creo además que en nada le beneficia a su legado, el empeño de Pablo y los suyos por alejarle del judaísmo y basar en la figura del nazareno la creación de una nueva religión a la que ir añadiendo dogmas, imposiciones ajenas al propio mensaje, dependencias y protectorados políticos, condiciones de fe en una institución de poder, montaje de un negocio de inmensas riquezas, intransigencias bochornosas, y toda una parafernalia litúrgica ajena absolutamente al espíritu del personaje.
Históricamente se trata de un hombre del que casi nada se sabe, que no ha dejado nada escrito, pues lo poco que ha trascendido se debe a recopilaciones transmitidas oralmente por discípulos suyos y plasmadas, pasado medio siglo desde su supuesta muerte, por personajes que no llegaron a conocerlo y que, ya en la órbita de Pablo, elaboraban el entramado de una nueva religión, basada en el personaje en cuestión y a quien le atribuyeron todo tipo de coincidencias proféticas a cual mas curiosa y fuera de lugar.
Fruto de todo ello surge una literatura basada principalmente en las cartas de Pablo y en 4 textos con contenidos dispares y en buena parte contradictorios, como son los evangelios canónicos, que contienen únicamente supuestos hechos acaecidos en un escaso 10% de su vida, la llamada vida pública de Jesús, un personaje que se nos dice que muere muy joven, a la que añadir un relato fantástico sobre su nacimiento, con una mínima cita sobre algo al parecer ocurrido en su juventud, dejando prácticamente en la mas absoluta oscuridad el 90%, de la vida de alguien al que finalmente la iglesia acaba convirtiendo en un dios, a su madre en una virgen y a su padre en un pobre engañado relegado al olvido.
En su empeño por identificarlo con un anunciado mesías, fruto de la literatura bíblica, que ya entonces fallaba más que una escopeta de feria, se le atribuyen los hechos más pintorescos en su nacimiento, obviando a sus hermanos, hurtándonos su infancia, adolescencia, juventud, estado civil, etc., para, de repente, aparecer en sociedad, cargado de valores y ejerciendo la misión de renovar un judaísmo basado en la mas absoluta tradición.
Si en el interés por el personaje, y después de haberme leído una buena parte de lo escrito sobre su persona, en la mayoría de los sentidos y versiones imaginables, me preguntasen, en función de lo mas creíble a mi entender, sobre lo que pienso que fue su vida, al margen de un mensaje que considero fundamental para la historia y para la sociedad en general, diría que fue uno de los hijos de un matrimonio de Nazaret, criado en la fe judaica, interesado desde pequeño en su religión, que posiblemente haya dejado a su familia en su juventud para viajar a otras tierras y conocer otras sociedades y creencias, que vuelto a su tierra pretende renovar aquel judaísmo acartonado de sus mayores, que en un ambiente religioso de temor a un fin del mundo inmediato, recoge a una serie de seguidores a los que lidera, que con ello indigna al poder religioso e inquieta al poder político, que finalmente y por un acuerdo entre ambos poderes lo condenan a muerte, que debido a la proximidad del sábado y la pascua judía es descendido de la cruz a tiempo de poder ser curado y escondido, que debido a las circunstancias de su condena precisa desaparecer, que se despide de los suyos y que a partir de ahí viaja de nuevo hacia lugares conocidos en su juventud, predicando sus mensajes y finalmente, muriendo algún día, en algún lugar y posiblemente a una cierta edad.
Lo que después hicieron de su vida los muñidores de la multinacional que hoy conocemos, es harto evidente, pero para quien no cree en nada de lo que nos ha llegado hasta hoy sobre su figura, su mensaje sigue vivo, necesario y, por supuesto, con mucho mas poder que su propia identificación con dios alguno, idea de la que seguimos sin conocer absolutamente nada por mucha fe que querramos echarle al asunto.
A mi entender, su supuesta condición de dios está muy por debajo de su mensaje, de un mensaje que su iglesia de control e intransigencia, no solo no ha sabido inculcar, ni ejercer, ni ejemplarizar, sino que, sepulcro blanqueado, ha profanado de la forma mas hipócrita.
Es muy sencillo de entender. ¿Cuál es el secreto de la salvación?. Ama al prójimo como a ti mismo, perdona a tus enemigos, pon la otra mejilla, vende cuanto tienes, dáselo a los pobres y sígueme…
¿Qué coño importa la fe ante el brutal peso del mensaje?