El barco, de 85 metros de eslora y 14 de manga, es propiedad del magnate alemán de los tornillos, Reinhold Würth, y está valorado en más de 75 millones de euros. A mediodía, la tripulación se afanaba en la limpieza del barco, tanto desde fuera con una embarcación neumática, como en cubierta.
El «Vibrant Curiosity», construido en los astilleros holandeses de Oceanco en el año 2009 y abanderado en Gran Bretaña, tiene unas características excepcionales, que incluyen amplios ventanales de proa a popa con vistas exteriores panorámicas y una cubierta de club de playa en la que dispone de una piscina. Además, el barco transporta un helicóptero en su cubierta más alta.
En su interior, puede acomodar hasta 18 huéspedes, incluyendo el camarote del dueño, una VIP suite con terraza, cinco doble VIP suites y dobles cabinas para pasajeros. En la cubierta más baja dispone de un acceso de ascensor.
Con una tripulación de 26 personas, el «Vibrant Curiosity» pueden desplazarse a una velocidad de 18,5 nudos, lleva dos propulsores de 3.500kW cada uno y tiene una autonomía de 5.500 millas náuticas.
El megayate solicitó su entrada en Marina Davila, pero finalmente se vio obligado a amarrar en el muelle de Trasatlánticos al estar ocupado el puerto deportivo del relleno de Bouzas con la goleta «Xafira», que tenía previsto abandonar la ciudad el pasado mes de marzo, pero que continúa su puesta a punto antes de dirigirse al Mediterráneo.