Artistas consagrados como Xavier Magalhaes o Nelson Villalobos han participado en esta iniciativa, promovida por el Concello de Vigo, junto a otros talentos más jóvenes y juntos han llenado de color espacios de la ciudad como los parques de Navia o Camilo José Cela, los muros de la Pinacoteca, de la asociación vecinal de Lavadores o las escaleras de la Avenida Camelias y Pi y Margall. También medianeras en Hispanidad, Areal, Gregorio Espino o Vía Norte se han sumado con enormes murales artísticos a la iniciativa que se inició en Príncipe con la reproducción de la obra «Fiestra» de Urbano Lugrís. Ya antes, en el pasado mandato, se llevó el arte urbano a los espacios públicos en el muro exterior de las pistas de atletismo de Balaídos y, más recientemente, en la calle peatonal de Zaragoza, en la que durante estas últimas semanas se han sumado dos nuevos proyectos a unas paredes que ya albergaron un festival de grafitis tras su humanización.
Al igual que ciudades como Lisboa, París, Lyon o Barcelona, Vigo ya cuenta con una nueva ruta cultural que muestra al aire libre estilos de lo más variados y que supuso además la participación de escolares cuyas obras se exponen en el Verbum. «Belleza, belleza y belleza», resumía el alcalde, Abel Caballero, al ser preguntado por una palabra que resumiese esta actuación, realizada en el mes de marzo durante un vídeo promocional (lo tenéis al final de estas líneas). En éste, los artistas agradecen la «revolución cultural» que ha supuesto este proyecto y aseguran que tendrá una «dimensión internacional».
Por lo pronto, todos los vigueses pueden disfrutar de estas obras de arte al aire libre, que se encuentran repartidas por todo el casco urbano.
Xavier Magalhaes trabajando en el mural del entorno de la Pinacoteca, en la calle Abeleira Menéndez.
El mural realizado por Nelson Villalobos, en Blein Budiño. Este artista, además de contribuir con una obra al embellecimiento de las medianeras de la ciudad, ha aportado recientemente otro trabajo que también se expone al aire libre en la nueva plaza de Martínez Garrido.
La plaza de Martínez Garrido, ya finalizada, rinde tributo al alcalde republicano que fue fusilado en la Guerra Civil y que da su nombre a la calle.
El colegio Illas Cíes de Coia ha sido el único centro educativo que se ha sumado a la iniciativa, pero el Concello confía en que en las próximas actuaciones sean más los que participen. El mural es obra de Peri.
Darío Basso se encargó del mural que luce en Areal 112, al lado de la estación de trenes de Guixar y que lleva por nombre «Coloso Atlántico».
Otra de las medianeras con obras de arte está en Hispanidad 66 y muestra un trabajo de Liquen.
Las interminables escaleras de la calle Don Quijote, que suben desde Camelias a Romil han sufrido también una transformación de la mano de Pelucas.
También las escaleras de Pi y Margall interior se han llenado de agua, niños y barcos.
Alejandro Fernández también se inspiró en el mar para embellecer la medianera entre Gregorio Espino y Urzaiz.
El muro exterior de la asociación de vecinos de Lavadores también se ha llenado de color tras el trabajo de Anthony.
El proyecto ha llegado también a las paredes de los parques. Sobre estas línes, dos muros del parque de Navia, realizados por David Arrambarri y coordinado por Vanesa Álvarez, ambos de Proyecto Ewa.
Ash Santos Hermo fue el encargado de embellecer el parque Camilo José Cela, en Torrecedeira, aportándole más luminosidad con un espectacular azul celeste.
La artista más joven, Elisa González, renovó el aspecto de la medianera de Vía Norte 7, con un sinfín de rostros.
Antonio Barbará se sumó a la iniciativa en Zaragoza 51, una calle peatonal en la que apenas quedan ya espacios en blanco ya que fue la primera en sumarse al arte urbano.
Así, en Zaragoza 55 se puede observar una escena campestre.
Las Cíes, en Zaragoza 53.
La fusión del bosque y el mar, en Zaragoza 59.
Otra escena del pasado, en Zaragoza 61.
De nuevo el mar, en la esquina del patio de Zaragoza.
Y, por último, más agua y peces en Zaragoza.
La última imagen elegida para esta galería ha sido la primera medianera que se transformó, la experiencia piloto, en Príncipe. La obra reproduce «Fiestra», de Urbano Lugrís, bajo estas líneas. Hay muchas, y todas son diferentes y muy especiales, representando las inquietudes y aficiones de un importante número de artistas. ¿Cuál de todas os gusta más?
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