Para 20 estudiantes de 1º de Bachillerado del colegio Apóstol Santiago, y para varios de sus profesores, esa aventura ha comenzado. Los dos últimos meses están suponiendo romper la rutina de las clases e implicarse en una iniciativa con carga de profundidad. Con motivo del Año Europeo del Desarrollo 2015, y bajo el lema “Nuestro mundo, nuestra dignidad, nuestro futuro”, participan junto con otros estudiantes europeos en un concurso promovido por el Parlamento Europeo denominado Euroscola cuyo fin más importante es que estos jóvenes trabajen por un mundo más justo, por la dignidad de las personas y por un futuro más sostenible.
Estos alumnos vigueses, divididos en dos equipos de trabajo de 10 personas cada uno, denominados Nexus y Beta, han tenido que conseguir un doble objetivo: uno teórico, adquirir conocimientos sobre la UE, sobre la cooperación al desarrollo. Y otro más práctico en donde se promueve la realización de proyectos solidarios que contribuyan a la construcción de un futuro más justo, más estable y más sostenible para la humanidad. Esto les ha obligado a realizar un trabajo cooperativo, a la utilización de varios idiomas, de las nuevas tecnologías, a explicar sus proyectos ante varios auditorios y, sobre todo, a ponerse en la piel de los otros conociendo duras realidades sociales de aquí y también de los países del Sur.
El primer grupo ha organizado un concierto benéfico implicando en esta actividad a cuatro grupos locales emergentes: Olivier Martín (indie folk), Long Legs (pop rock), Blunk (rock) y XV (covers). El segundo preparó una carrera solidaria por el entorno de Teis (se corre este domingo 12 de abril) con salida y llegada en su colegio, los Jesuitas. Son las dos actividades principales de cada equipo de trabajo. El resultado de sus iniciativas supondrá aportar dinero a proyectos concretos de Cáritas Tui-Vigo, del comedor Vida Digna de Teis, al Banco de Alimentos de la ciudad, pero también sabrán que otra parte de esa recaudación llegará, gracias a la ONG Entreculturas, directamente a los campos de refugiados de Sudán del Sur, Etiopía y Congo.
La experiencia de acercarse a estas realidades no les está pasando inadvertida. “Estamos disfrutando mucho con este proyecto, nos estamos comprometiendo con los demás y animando a la gente a ser más solidaria. Somos jóvenes y esto nos va a beneficiar en nuestro futuro, estoy segura”, explica con una llamativa madurez Ángela Rodríguez Pena, una de las participantes en este proyecto. A sus 17 años valora esta iniciativa de forma muy positiva: “Es bueno trabajar en equipo y descubrir que no solo tenemos que pensar en nosotros, sino también en los demás. Es algo nuevo, que nos saca un poco de la rutina de las aulas ya que no va a ser todo estudiar”.
Con este programa europeo, que celebra su 21ª edición, los grupos de trabajo han tenido que superar con éxito diferentes pruebas. Los que mejor puntuación obtengan tendrán como premio conocer de primera mano, en el Parlamento Europeo de Estrasburgo, el trabajo que llevan a cabo nuestros representantes políticos. Un magnífico premio para estos estudiantes aunque, para María Núñez y Ana Cabaleiro, integrantes del equipo Beta, el mejor premio ha sido “vivir juntos esta experiencia de trabajo y conocer la importancia de comprometerse en este tipo de causas. Si después vamos a Estrasburgo, pues mucho mejor”.