El VANT es un dispositivo volador manejado a distancia, que permite tomar imágenes desde lo alto y, en algunos casos, realizar ciertas tareas mediante mecanismos controlados desde la base de mandos, en tierra. Y hablar de VANT es lo mismo que hablar de Drones, que están de moda, pero que, en realidad, tampoco son nada nuevo.
Hace décadas que los aficionados al aeromodelismo vienen utilizando sus prototipos de aviones y de helicópteros para captar imágenes desde lo alto. Pero la tecnología de aquellos años no permitía la comodidad y la inmediatez actual. Era preciso utilizar una pequeña cámara con película convencional —-máquinas que resultaban pesadas y de gran tamaño con respecto a las de ahora—-, y luego era necesario revelar la película para descubrir, entonces, unas imágenes que hasta ese momento eran totalmente desconocidas. Normalmente se utilizaban películas en blanco y negro porque el color era costoso, y los accidentes de los aviones y de los helicópteros, sobre todo cuando se estrellaban, dejaban las cámaras inservibles, en la mayoría de los casos. Hoy, en cambio, se utilizan minúsculas cámaras digitales que emiten en directo, en tiempo real, y las señales se reciben en la base de control, en tierra, donde la grabación de las imágenes o del vídeo se hace a gusto del operador en el propio pupitre de mandos, en color y con sonido. Y si esto resulta atractivo, todavía lo es mucho más el coste de los dispositivos. El precio se ha reducido notablemente y quien no tiene un Dron es porque no quiere, porque los fabricantes abaratan su precio cada vez más, y en la actualidad ya se pueden conseguir por un precio irrisorio, aunque sus posibilidades, evidentemente, son reducidas. Incluso se venden para operar en el interior de casa y lo pueden manejar los niños. Precisamente, en la avenida de las Camelias, en Vigo, existe un establecimiento histórico dedicado al aeromodelismo: Ocio. Este negocio lleva más de treinta y cinco años abierto al público, y está directamente vinculado con los precursores del aeromodelismo de Galicia y Portugal. Ángel, su dueño, conoce estos temas en profundidad. Sin embargo, tiene previsto cerrar las puertas al público al final de este mes de mayo porque ya da por concluida su trayectoria profesional y, además, según nos informa, los fabricantes chinos están destrozando el mercado con unos precios absolutamente imbatibles.
Pero los Drones no siempre son inofensivos juguetes. De unos años a esta parte, las necesidades bélicas han propiciado el desarrollo de sofisticadas tecnologías que permiten vuelos de larga distancia. Las posibilidades de estos aparatos han quedado demostradas en las incursiones militares en Irak. En este sentido, conviene echar una ojeada a la página de General Atomics: http://www.ga-asi.com, fabricantes del primer Dron con capacidad bélica, el Predator MQ-1. Pero los Drones también tienen otras aplicaciones menos agresivas y destructivas, como es la vigilancia de los bosques, las investigaciones arqueológicas, hidráulicas y geológicas, el control fronterizo, o incluso el reparto de paquetería, que es una aplicación que está estudiando el gigante Amazón (www.amazon.es).
Y por si todo esto fuera poco, los Drones también han irrumpido con fuerza en la industria cinematográfica y en la televisión, prueba de ello es que ya se están utilizando en la retransmisión de eventos deportivos. La empresa NimboVisión (http://www.nimbovision.com) es un buen ejemplo, aunque también existen otras empresas dedicadas a estas finalidades.
En la actualidad, la investigación sobre Drones va encaminada, sobre todo, a la consecución de baterías de larga duración y pequeño tamaño y peso reducido, lo cual permitiría vuelos de mayor duración, un problema que también afecta a los automóviles eléctricos. En cuanto se consigan solventar estas limitaciones, el petróleo tendrá sus días contados como combustible indispensable para la industria y para la vida cotidiana, tal como la concebimos. Pero existen demasiados intereses alrededor del combustible fósil como para permitir que se desarrollen esas superbaterías, y cabría preguntarnos si ya se habrán inventado y no conviene que se divulgue su existencia. Una visita a la web http://www.teslamotors.com pondrá de manifiesto la realidad palpable de un auténtico coche eléctrico cuyas características y precio compiten perfectamente en el mercado de los coches convencionales.
Por último, conviene comentar que la evolución de estos dispositivos ha conllevado la urgente elaboración de una legislación que contemple, entre otras cuestiones, los límites de la privacidad y de la responsabilidad en caso de accidente o utilización inadecuada. Y la página http://www.efefuturo.com/noticia/normativa-drones-espana/ presenta una información asequible sobre estas limitaciones legales.