“Es pronto para cantar victoria, pero la mejoría está a la vista”. Doce del mediodía de este jueves en Castrelos, sol de justicia y una agradable vista para los visitantes: el elegante y majestuoso Jardín Francés Dos jardineros asumen la ardua tarea de podar los setos de boj que en el año 2011 sufrieron el ataque del “Cylindrocladium buxicola”, un agresivo hongo que en apenas unos meses provocó una imagen desoladora.
Los tratamientos aplicados desde entonces por fin han dado resultado y el jardín ha experimentado una gran mejora. Tal y como explican los jardineros, se realizan dos podas al año, otoño y primavera, pero con el objetivo de permitir que se regenerase con mayor rapidez se ha retrasado una semanas. “Hemos tenido que esperar un poco más de lo habitual para que el corte no fuese tan agresivo”, señalan.
Los trabajos no han llegado todavía al laberinto de boj más cercano al Pazo-Museo, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), pero en el gran jardín posterior ya están muy avanzados. El Concello buscó asesoramiento en la Estación Fitopatolóxia do Areeiro de Pontevedra y puso en marcha un plan de recuperación. El remedio para la recuperación de todo el conjunto ha sido la aplicación de sulfato de cobre en hojas, ramas y sustrato tres veces al año. A la vista de la mejoría, está previsto que continúe el tratamiento hasta su total recuperación.
Jardín Francés
Los jardines se trazaron a finales del siglo XIX, probablemente por la prestigiosa empresa portuguesa de jardinería radicada en Porto, Jacintho Mattos, hoy desaparecida, por orden del Marqués de Alcedo. Están divididos en seis partes bien diferenciadas: el Jardín de Acceso, la Rosaleda, el Jardín Francés, el Jardín Inglés (o «Pradera del té»), la Solana al fondo y el Bosque.
En el caso del Jardín Francés, está inspirado en los famosos jardines de Versalles, tiene planta rectangular y su diseño es simétrico. Es un jardín regular neoclásico con dos ejes que se cruzan en sentido longitudinal y transversal, dividiendo el conjunto en cuatro rectángulos. Palmeras, tuyas, alciprestes, butias y tejos completan el conjunto. El laberinto de boj que está más cerca del edificio principal es una variante del anterior.
Rosaleda y Jardín Inglés
El jardín continúa en la parte posterior del edificio en tres niveles descendentes. El superior está ocupado por la Rosaleda. Arranca de un cenador cubierto con una pérgola de madera, que era el antiguo invernadero. El Jardín Francés ocupa la parte intermedia y en el nivel inferior se encuentra el Jardín Inglés, también llamado «Pradera del Té» por la costumbre británica que tenían los dueños de tomar el té en este lugar. Está en el nivel más bajo de los jardines. Consiste en una pradera rectangular rodeada por dos senderos de paso. En el centro se sitúa un estanque para patos con una isleta central que muestra una maqueta del Pazo.
En el fondo se encuentran los paseos de camelios y eucaliptos, además del palomar, la pista de tenis y el bosque. Toda la finca fue donada por el Marqués de Alcedo el 12 de diciembre de 1924 al pueblo de Vigo en propiedad, condicionando su donación a que se dispusiesen en él un museo y un parque público.