Antonio Serrat, de 19 años, disputó por primera vez una carrera de las Series Mundiales de triatlón el pasado domingo en Londres. Serrat no solo se queda con haber conseguido finalizar 39º, lo que le dio derecho a puntuar. «Es mi primera participación en unas Series Mundiales. Competir contra mis ídolos, a los que solo ves en la televisión fue una experiencia increíble», aseguró el triatleta.
A Serrat, que estudió en el Instituto de San Tomé en Vigo, el ‘gusanillo’ del triatlón le viene de familia. «Mi padre es practicante de este deporte, así que desde pequeño siempre me interesé por ver las competiciones. Empecé con el atletismo en Vigo, para más tarde seguir en duatlón. Finalmente me pasé al triatlón, donde empecé con el Club de Triatlón Mar de Vigo, porque era un deporte que entendía y me decidí a practicarlo».
Actualmente, el triatleta vigués está enrolado en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva de Pontevedra, entrenando con monstruos de este deporte, como es el caso de Fernando Alarza, segundo clasificado en la prueba del domingo pasado. «Me considero un privilegiado, entrenar con Fernando es una experiencia muy importante», aseguró Serrat, que reconoció que tomó la decisión de irse a Pontevedra «porque es muy difícil vivir del triatlón. Me vine hace cinco años aquí porque me daban la posibilidad de compaginar los estudios y los entrenamientos».
Sus ídolos, como no podía ser de otra forma, son Javier Gómez Noya y todos los triatletas con los que entrena. «Ellos son mi ejemplo a seguir. Los veo luchar, sufrir y sudar muchas horas y después llegan los frutos a ese trabajo».
Ahora la cabeza de Antonio está puesta en su cambio de categoría. «Este año pasé de junior a sub-23, aunque ahora compito con los de categoría absoluta. Es un cambio importante por lo que necesito un año de transición e ir pensando carrera a carrera. No puedo ponerme objetivos más allá de la siguiente competición que disputaré», finalizó el triatleta vigués.