«Es un absoluto disparate el cierre de camas en temporada de verano y es intolerable», aseguró el regidor vigués que acto seguido remarcó «el trato excepcional» que ofrece todo el personal de este centro. «Es intolerable si es temporal y si es definitivo sería algo indescriptible», dijo. Por ello, trasladará su protesta al presidente de la Xunta por este «tratamiento a la sanidad pública de la ciudad».
Caballero hizo estas declaraciones pocos minutos después de una nueva protesta del personal del Nicolás Peña ante las puertas del mismo. Durante unos minutos, cerca de un centenar de médicos, enfermeros y celadores del centro protestaron por el cierre de tres plantas del centro en verano, lo que supone tres cuartas partes de la capacidad del mismo e incluye el cierre de las 15 camas de la Unidad de Cuidados Paliativos, la única del Chuvi en la ciudad, que se trasladará, supuestamente de forma provisional, al Meixoeiro.
Ante la falta de explicaciones por parte de la Consellería de Sanidade, los trabajadores temen que esta nueva situación les afecte y, además, subrayan que sí se verán perjudicados gravemente los usuarios. Según aseguran, tan solo permanecerá abierta en verano la unidad de salud mental, que supone apenas el 25 por ciento del total de camas del centro. El comité de empresa teme que la decisión del Sergas tenga relación con la inminente apertura del hospital de Beade-Valladares ya que en la reorganización del área sanitaria prevista el Nicolás Peña tan sólo mantedría la unidad de tuberculosis y otra para enfermos crónicos de Psiquiatría.
Otra imagen de la protesta, del Colegio de Enfermería de Galicia.