Ante la actitud pasiva de la UE y sus lamentables soluciones proponiendo más barreras a la inmigración e intentado repartir cupos de personas entre los países, la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha decidido dar un paso adelante y salir al mar a salvar personas. Personas que huyen de algunas de las peores crisis humanitarias de nuestro tiempo y que arriesgan otra vez su vida y que van a seguir muriendo en el mar.
El pasado 2 de mayo MSF puso en marcha la Operación de Rescate en el Mediterráneo, en la que equipos de la organización han intervenido en el rescate de casi 4.700 personas que trataban de llegar a Europa en embarcaciones precarias. Para ello han utilizado tres barcos, dos de ellos operados específicamente por MSF (Dignity I y Bourbon Argos) y el MY Phoenix gestionado por la organización maltesa «Estación de Ayuda a Migrantes en el Mar» (MOAS) y con equipos médicos de MSF.
El año pasado, 3.500 personas perdieron la vida intentando llegar a Europa, algo trágico e inaceptable. En lo que llevamos de año, sin la Operación Mare Nostrum en marcha, han muerto más de 1.800 personas en la ruta del Mediterráneo central.
Para MSF, “no podemos permanecer impasibles ante esta realidad. Europa ha dado la espalda a la gente que se ahoga en el Mediterráneo y haremos todo lo que esté en nuestra mano para que la situación cambie A nosotros no nos importa si una crisis humanitaria tiene lugar en cualquiera de los cinco continentes. Cuando hay vidas en juego, actuamos. Y el objetivo de esta operación es tanto rescatar a las personas que están arriesgando su vida para llegar a Europa como empujar a los estados miembros de la UE a que se muestren más sensibles ante esta realidad”.
Para Aurelie Ponthieu, asesora de Migración de Médicos Sin Fronteras, «las políticas de contención y los muros de disuasión no son la respuesta a esta crisis humanitaria mundial. Estas medidas solo continuarán impulsando a la gente a emprender largos y peligrosos viajes y a caer en las manos de los contrabandistas. Hasta que podamos ofrecer alternativas seguras y legales a travesías en frágiles embarcaciones y a unas rutas en Libia en que ponen en riesgo sus vidas, este sufrimiento extremo continuará”.
Europa debería despertar a esta crisis humanitaria que tiene lugar a sus puertas y relanzar una misión de búsqueda y rescate a gran escala para salvar vidas, algo que ya demostró posible la Operación Mare Nostrum, que rescató a 150.000 personas en un año.
Es importante que la opinión pública conozca los motivos que empujan a estas personas a huir y que presione a sus gobiernos para que el Mediterráneo deje de ser un cementerio.