El «Santa Rita de Cássina» es como el río Guadiana pero en el Miño. Va y viene, sube y baja, funciona y se detiene dependiendo de la retirada de arena del canal. Durante el pasado invierno estuvo de nuevo parado, como ya es costumbre durante los últimos años, y fue necesario dragar otra vez la desembocadura. En Semana Santa reanudó los viajes. En los últimos meses solo trabajó durante los fines de semana, pero desde el 1 de julio está de nuevo en marcha y, hasta este domingo, es gratis. A partir del lunes costará 1 euro por pasajero, 4 euros por coche (incluido el conductor) y 1 euro adicional por pasajero más, el bus es gratis y solo pagan los pasajeros 1 euro.
Desde la expendeduría de billetes de la orilla española confirman que los viajes serán gratuitos, aunque no pueden asegurar hasta cuándo. «Eso depende del patrón», afirman. La página web de Caminha publica los horarios (bajo estas líneas), aunque mucho ojo al cambio de hora con España.
«Solo para a las dos de la tarde, es decir, no hay salida de Caminha a las dos ni desde aquí a las dos y media, tampoco los fines de semana», aclaran en A Guarda.
En sus buenas épocas, hace ya varios años, las cifras anuales indicaban que un total de 280.000 personas y 70.000 vehículos utilizaban el ferry, en su mayoría vecinos para realizar sus compras o por trabajo, aunque con una gran demanda turística durante el verano.
La alarma salta todos los años cuando la empresa anuncia que deja de operar por problemas de dragado. De la misma forma, comienzan las protestas y empresarios, políticos y vecinos del lado español realizan gestiones ante el Ministerio de Fomento para evitar el desastre.
Un total de 19 personas trabajan en el ferry, entre billeteras, patrones, tripulación y maquinistas de la propia naviera. La falta de dragado afecta también a la máquina y el bajo calado acabó por estropear el motor.