Los enviados especiales que asistieron a la presentación de Guidetti aprovecharon también para conocer la ciudad y empaparse de sus costumbres -uno de ellos incluso entrevistó a un ‘nativo’ que se encontraba asando sardinas-. El veredicto es unánime y satisfactorio: Vigo es un destino ideal para el delantero y un lugar acogedor y «maravilloso».
El propio Guidetti ya reconoció durante su presentación que es una enamorado de las gentes y de la comida de Vigo. Sus compatriotas periodistas, tras una ardua labor etnográfica, han constatado que el jugador está en lo cierto e incluso son más entusiastas.
Ludvig Holmberg, en el diario Expressen, anima a que se produzca un desembarco sueco en Vigo. Los hoteleros de la ciudad deben ir preparándose. «Sospecho que muchos de ustedes están ansiosos por viajar a Vigo para seguir la aventura de Guidetti y creo que ustedes deben hacerlo. El viaje no es muy caro, los hoteles son baratos y después de 24 horas en la ciudad, es posible que se enamoren de Vigo», asegura este periodista.
Pero claro, tenía que encontrar alguna pega a la ciudad. No se dejó engañar por el radiante sol que lucía el pasado domingo. Se zambulló en internet y con sus pesquisas encontró el dato al que más teme la industria turística local: en Vigo llueve mucho. «El único problema es la lluvia. La precipitación es de 1.740 mm/año. Eso es tanto como Glasgow y Stoke-on-Trent (las dos ciudades en las que vivió anteriormente Guidetti) juntos», escribió en Expressen y añadió un sabio consejo: «Dicho esto, ver el pronóstico del tiempo antes de salir».
Kristopher Karlsson, del diario Aftonbladet, comparte su entusiasmo. Califica Vigo como «una ciudad a orillas del Atlántico y rodeada de montañas» y se animó a explicar cómo superó el Celta su crisis económica en un artículo en el que, como destacamos antes y aparece reflejado en la captura de pantalla que acompaña a este texto, entrevistó a un ‘nativo’ vigués, de nombre Manu, que se encontraba asando sardinas plácidamente.
La conclusión que se puede extraer de estos artículos es que Vigo es una ciudad totalmente desconocida en Suecia. Hasta cierto punto es sorprendente la sorpresa -valga la redundancia- con la que se expresan estos enviados especiales. Quizás esperaban encontrarse una ciudad tan exótica como gris y carente de encantos. Pero no, Guidetti vivirá en un lugar encantador y que no está tan alejado de los estándares del primerísimo primer mundo en el que viven los suecos.
Ya lo saben, si en los próximos meses se encuentran con un grupo de extranjeros vagando por la ciudad es probable que no sean cruceristas, sino suecos que quieren ver a su ídolo. Vayan afinando su inglés -o si son valientes, aprendan a chapurrear sueco- para indicarles a estos nuevos visitantes cómo llegar a Balaídos.