En el mes de mayo os contábamos en VIGOÉ que un grupo de vigueses pertenecientes al Club Triatlón Mar de Vigo se habían unido para preparar el Iron Man de Vitoria y compartían sus experiencias a través de las redes sociales y un blog. Pues bien, ya han cumplido su primer reto. Para la mayoría de ellos, además, era su primera participación en una prueba de esta exigencia.
Uno de estos novatos era el exfutbolista Borja Ropero, que asegura que la participación ha sido un éxito total. «Al final participamos 9 componentes del grupo de entrenamiento ‘Mas allá de un reto’ y 9 más del club Mar de Vigo. Estamos muy contentos porque todos conseguimos acabar y dentro de los tiempos que esperábamos«, explica.
Este buen rendimiento tiene doble mérito, ya que el Iron Man fue más exigente de lo que se esperaba. «Hacía calor y el sector de bicicleta fue muy duro por el viento. En cuanto echamos a correr, lo notamos mucho. Había gente que llevaba muy mala cara«, asegura. Ropero, en su primer Iron Man, paró el crono en 12 horas y 9 minutos. De este grupo de vigueses, el que hizo una mejor marca fue el experimentado Alberto Pino, que completó la distancia en menos de 10 horas. Su hermano Javi Pino fue el que más tardó, con un tiempo ligeramente superior a las 13 horas.
Debemos recordar las ‘inhumanas’ distancias a las que se enfrentaron estos atletas: 3,86 kilómetros a nado, 180 en bicicleta (equivalente a una etapa del Tour de Francia) y 42,2 a pie, la distancia de una maratón.
Ropero sintió una alegría indescriptible tras cruzar la línea de meta. «La experiencia fue inigualable. El ‘subidón’ de adenalina de los últimos metros es tremendo», explica, aunque reconoce que las emociones comienzan a aflorar un poco antes: «Te empiezas a emocionar unos kilómetros antes de la meta, cuando te das cuenta de que lo vas a acabar. En ese momento se me vino a la cabeza una frase que utilizan en el maratón de Boston en los últimos kilómetros: ‘Rendirse no es una opción, así que corre’«. Él, además, se encontró con un aliento inesperado durante la prueba. «Aparecieron sin avisar dos amigos en Vitoria que hicieron el trayecto desde Vigo durante la noche. Los vi por primera vez en la segunda vuelta del sector de bicicleta. Cuando los vi en la cuneta animándome, casi me caigo de la bici de la impresión», bromea.
Para un novato en la distancia como él, los días siguientes fueron bastante duros, pero no así para los más experimientados del grupo: «Hasta el miércoles prácticamente no fui capaz de subir escaleras y también tenía el cuello bastante cargado de los kilómetros de bicicleta. Pero Alberto Pino al día siguiente estaba dando clase de ‘spinning’ en su gimnasio«.
‘Más allá de un reto’ no morirá tras este Iron Man de Vitoria. Quieren repetir y ya se marcan nuevos desafíos. Los objetivos en 2016 son la Maratón de Berlín y el medio Iron Man de Mallorca. Ya para 2017 quedará una meta más exigente, el prestigioso Iron Man de Roth, que se disputa en Alemania.