Este postre es muy típico de nuestro país vecino, Portugal, y se prepara muy fácilmente, con ingredientes sencillos, de andar por casa. Además, servido en vasos o copas individuales, nos permite calcular mucho mejor las raciones, y podemos tenerlo preparado para servir en nuestras reuniones familiares o de amigos, sin complicarnos la vida ni disparar nuestro presupuesto.
Ingredientes (para 4 copas medianas):
200 ml de nata para montar (35% materia grasa).
200 g de leche condensada.
1 paquete de galletas María (u otras que nos gusten).
2 hojas de gelatina.
30 ml de leche caliente.
Preparación:
1. Ponemos a remojo las 2 hojas de gelatina en un bol con agua fría.
2. Trituramos las galletas. Al gusto, podemos ponerlas más o menos trituradas, si le dejamos trocitos, le añadiremos un toque crujiente.
3. Montamos la nata, que tiene que estar bien fría.
4. Calentamos los 30 ml de leche sin que llegue a hervir, y le añadimos las dos hojas de gelatina, bien escurridas. Removemos cuidadosamente hasta que se disuelvan y añadimos esta mezcla a los 200 g de leche condensada. Mezclamos bien hasta que tengamos una crema uniforme.
5. Vamos añadiendo esta crema a la nata con mucho cuidado, cucharada a cucharada, para que no se nos baje la nata que teníamos ya montada.
6. Alternamos en unos vasitos capas de galleta triturada y crema y reservamos en la nevera durante al menos 3 horas para que se la crema tome cuerpo, también podemos dejar los vasitos en la nevera de un día para otro.