Se sabe que su propietario está invirtiendo muchas horas para que vuelva a navegar, y al parecer él también tendrá que emplear muchas horas en el aprendizaje velístico porque es un neófito total del arte marinero.
Claramente la fuerza del Océano Atlántico no amilana a este vecino de Viana, todo lo contrario, que en breve se hará a la mar.