La prensa catalana, en concreto El Mundo Deportivo, publica este martes en grandes titulares que el Barça está interesado en Nolito, que necesita de su alegría para sustituir al infeliz Pedro, que quiere marcharse buscando los minutos que el tridente le ha arrebatado. La noticia no habla de hechos, solo de supuestos, e incluso es vaga a la hora de afirmar el interés blaugrana en el céltico. Pero es indudable que muchas piezas encajan.
Luis Enrique tiene en alta estima a Nolito, un jugador al que supo sacar su mejor rendimiento, tanto durante los tres años que le entrenó en el filial del Barcelona como hace dos temporadas en el Celta. Este amor es recíproco. El extremo gaditano estará eternamente agradecido al técnico asturiano por ofrecerle la oportunidad de volver a disfrutar del fútbol.
Nolito es una estrella en el Celta, utilizando un término de la NBA, es el jugador franquicia. ¿Sería capaz de vestirse el traje de actor secundario después de haberse echado un equipo a la espalda durante dos temporadas? El eterno dilema, ser cabeza de ratón o cola de león.
Pero, ojo, el Celta ya no es un pequeño ratón de campo, se está convirtiendo en un ‘roedor’ de respetables dimensiones que está preparado para luchar con otras especies que hace un par de años ocupaban un rango mucho más alto en la cadena trófica. Para un futbolista, pocas experiencias superan a poder jugar junto a Neymar, Messi y Luis Suárez, pero hacerlo con Orellana, Aspas y Guidetti también es tentador. Somos pobres, pero no miserables.
Además, Nolito tiene entre ceja y ceja un objetivo: jugar la Eurocopa de 2016. Ser la estrella del Celta ya ha sido motivo suficiente para que Del Bosque cuente con él. Si las lesiones le respetan, parece poco probable que baje el excelente rendimiento que ha ofrecido en las dos últimas temporadas. Permanecer en el Celta no le garantiza a Nolito estar en la Eurocopa, pero le allana el camino.
Siendo suplente en el Barcelona, también tendría opciones, pero estas se reducirían. Debería aprovechar al máximo sus minutos y partiría con seis meses de desventaja respecto a sus competidores. Sí, si el Barça lo ficha no podría debutar hasta enero, como le ocurre a Arda Turan y Aleix Vidal. Luis Enrique es un técnico que se caracteriza por hacer rotaciones. Hay minutos para todos. Hasta que las cosas se empiezan a poner serias. Los fichajes de este verano solo jugarán la segunda vuelta, en la que Messi, Luis Suárez y Neymar apenas tendrán minutos de descanso, o eso se intuye. Convencer a Del Bosque a la sombra de estas tres figuras parece mucho más complicado.
Pero es cierto que el león ruge más fuerte que nunca. El Barça viene de conseguir el triplete y fichar por ese equipo es prácticamente garantía de títulos. Que se lo pregunten a José Manuel Pinto, cola de este felino durante muchos años. Las vitrinas del paisano de Nolito están a punto de desplomarse por tanto peso como tienen que soportar. Algo impensable hace una década.
Tampoco es desdeñable el factor económico. Nolito es uno de los jugadores mejor pagados del Celta, pero en el Barcelona su salario crecería como la espuma. El dinero no es la principal motivación del gaditano -si lo fuera, desde hace un año vestiría la camiseta del Everton-, pero seguro que no le haría ascos a tener una ficha anual que ni trabajando durante tres vidas conseguiría un pescador de su Sanlúcar natal.
Pero para que Nolito tenga que decidir qué parte de la anatomía animal quiere ser, primero el Barcelona tendrá que poner 18 millones de euros sobre la mesa. Esa es su cláusula y Carlos Mouriño no parece dispuesto a dejarlo marchar por un euro menos. Y menos a un club para el que esa cifra es casi calderilla. Queda todavía mucho verano y el culebrón se antoja largo.