Este incremento se considera que está relacionado con el aumento de la confianza por parte del consumidor. Hace tan solo unos años, existía una idea generalizada de que no era seguro insertar los datos personales y bancarios en la red. Algunos de los motivos que han impulsado esta confianza son: los precios bajos, el auge de la banca online, los certificados de seguridad para las páginas web, y la facilidad de compra. En este sentido, si los usuarios estaban acostumbrados a comprar desde un ordenador, el salto a decidir adquirir productos o servicios desde nuestro dispositivo electrónico ha sido determinante para el crecimiento exponencial de las ventas.
El auge de las compras desde el móvil hace necesarios cambios en los diseños web
Un problema con el que se han encontrado muchos negocios en línea es que, a pesar de que su página web estaba completamente optimizada para ser vista desde un ordenador, no pasaba lo mismo cuando se veía desde un dispositivo electrónico. Y cuando el usuario no encontraba lo que buscaba con facilidad, no se sentía atraído por la web, o el tiempo de carga era excesivo, abandonaba la página, y se iba a buscar a otra.
Por ello, se ha convertido en imprescindible que los diseños web sean «responsive». Es decir, que sean amigables al usuario independientemente del dispositivo con el que accedan, ya sea una pantalla de ordenador, una tableta o un teléfono móvil.
Para asegurar que el diseño web es el adecuado y se va a ver bien en cualquier situación, muchas empresas han optado por confiar su desarrollo a una agencia de servicios de Internet externos. Estos servicios valoran el público al que va dirigida la web, la información más importante para el consumidor, y su distribución en distintos tipos de pantalla, y asesoran a los negocios para encontrar el diseño que mejor se les adapta. Ninguna empresa que quiera ampliar su mercado en Internet debe descuidar a los consumidores que compran desde el móvil.
El 80 % de los propietarios de un teléfono inteligente lo usan para encontrar información sobre los productos o servicios que desean contratar, y si en su búsqueda, encuentran el producto y no tienen que recurrir al ordenador o a la tienda física, es muy probable que acaben comprándolo en ese mismo momento.