Durante el pasado siglo, Europa fue testigo de los enlaces de muchos príncipes y princesas, que con el tiempo se convertirían en reyes, y marcaron las líneas a seguir en sus contemporáneos. Uno de las mujeres más influyentes en la historia de la moda contemporánea fue Grace Kelly, y su vestido de bodas de la mano de Helen Rose de Metro Goldwyn Mayer, uno de lo más recordado y copiado por distintas generaciones.
Esta boda supuso un acontecimiento singular por sí solo: era el año 1.956, y un rey, llamado Rainero de Mónaco convertía en su reina a una actriz de Hollywood, joven y guapa. Grace lució un vestido diseñado por Helen Rose que realzaba la figura de la actriz, compuesto por encaje francés en el pecho, fajín en torno a la cintura y falda. Hecho a base de seda, encaje y perlas, todavía hoy muchas novias lo toman como modelo. La “novia” de América, y la musa de Alfred Hitchcock, cambió de residencia y se mudó hasta el final de sus días al viejo continente.
Pero también hubieron otras mujeres convertidas en reinas cuyos enlaces fueron tan sonados que aún hoy se habla de ellos, y se copian sus modelos a través de fotografías o infografías. En este sentido, Zalando ofrece una lista de infografías sobre los vestidos de bodas reales, para todas aquellas novias que necesiten inspiración para sus vestidos. Victoria de Suecia, Rania de Jordania, Carolina de Mónaco, y 26 novias reales más, son las que puedes descubrir junto con los detalles de confección de sus vestidos.
Otra de las novias más importantes en la historia de la moda de novias, fue Diana de Gales vestida por los británicos David y Elizabeth Emanuel. Corría el año 1981, y Carlos de Inglaterra quería que Diana Spencer, más conocida como Lady Di, fuera la futura Reina de Inglaterra. Su vestido, al igual que ella misma se convirtió en un símbolo de la moda que reinaba en los 80: escote de pico, volantes, cola larguísima, mangas farol… El vestido en total se componía de 25 metros de tela y 91 de tul, imposible de olvidar para todos los que vieron la que se denominó como la boda más importante del siglo XX.
España, y Noruega. Tres diseñadores, tres estilos diferentes
En España, las dos bodas reales que han marcado historia han sido la de Juan Carlos I y Doña Sofía de Grecia, y la de Felipe VI con Letizia Ortiz. La primera se celebró en Atenas en el año 1962, y doña Sofía lució un vestido confeccionado por Jean Desses en lamé de plata y cubierto de tul, con una cola de cinco metros que salía directamente del encaje de los hombros.
Años más tarde, en el año 2004, Doña Letizia optó por un diseño de Manuel Pertegaz en blanco roto hecho de seda, con una cola de cuatro metros y bordados heráldicos como flores de lis, tréboles, espigas y madroños. El velo estaba hecho de tul, y contaba con bordados muy similares.
Otra de las bodas reales más sonadas de los últimos tiempos, fue la de Haakon de Noruega y Mette-Marit, en 2001. El príncipe noruego convertía en princesa a una plebeya, divorciada y con un hijo. Sin embargo, la novia cubrió todas las expectativas: su vestido fue clásico diseñado por Ove Harder Finseth, basado en el que lució la bisabuela del novio, la reina Maud, en su enlace a finales del XIX. Ajustado, discreto y con un largo velo de seis metros, una novia sencilla pero resplandeciente.
Aunque si eres una novia más atrevida, siempre puedes optar por diseñadores más transgresores con la moda de novias. Rafael Cameselle, al que tuvimos la oportunidad de entrevistar hace unos meses, presentó en la pasada Mercedes Fashion Week un vestido de novia en crudo, con capucha y flores estratégicamente situadas. Ahora sólo falta decidir si prefieres ser una novia convencional o atrevida. La respuesta la tienes sólo tú.