Una genialidad de Orellana desencadenó los acontecimientos que rompieron el partido sin que se hubiese cumplido aún el minuto 10. El chileno envió un gran pase a Wass entre los dos centrales del Rayo. El danés se plantó solo ante Toño y en vez de disparar a puerta optó por regatear al guardameta. Se fue hacia la izquierda y cuando parecía que iba a marcar a placer, el portero lo derribó. Martínez Munuera no dudó: penalti y expulsión. Nolito fue el encargado de transformar la pena máxima. El gaditano engañó al sustituto de Toño, Juan Carlos, que había entrado en el campo en lugar del exjugador del Córdoba Bebé.
Con viento a favor, todo fue muy fácil para el Celta en la primera mitad. Se esperaba una batalla por controlar la posesión, pero, en inferioridad, el Rayo no tenía argumentos para discutírsela a los celestes, que jugaron con paciencia. La valentía, no obstante, está en los genes del Rayo de Paco Jémez. No se echó atrás, como sí hizo el Levante la pasada semana. Su defensa continuó adelantada y buscó sus opciones en ataque, aunque no logró inquietar a Sergio.
Los problemas se acumulaban para los madrileños. Y es que en el ecuador de esta primera mitad, Zé Castro, lesionado, tuvo que abandonar el terreno de juego. Como ya ocurrió la temporada pasada, Paco Jémez tuvo que agotar dos cambios en la primera mitad. Eso sí, esta vez fue por una expulsión y una lesión, mientras que en la anterior ocasión se debió al festival de errores que estaba protagonizando su defensa.
Antes de la lesión de Zé Castro, Aspas dispuso de un par de buenas ocasiones. El moañés se mostró muy activo en esta primera mitad, asociándose con Nolito y Orellana y creando espacios, pero no estuvo acertado en el remate. En el minuto 15, en una contra, Wass le sirvió un buen balón. Aspas se adelantó demasiado el esférico y llegó antes Juan Carlos. Seis minutos después, el morracense recibió un buen pase de Nolito y se plantó ante el portero rodeado de dos adversarios. Disparó a puerta, pero Juan Carlos desvió el balón con una mano salvadora.
El Celta siguió jugando con paciencia en los últimos minutos de la primera mitad. El centro del campo celeste reinaba en Balaídos. Se encontraba muy cómodo y en la defensa del Rayo aparecían huecos que a punto estuvo de aprovechar. De nuevo sería Aspas el que dispusiese de un gran oportunidad. Y otra vez fue Nolito su asistente. En esta ocasión el delantero de Moaña se encontraba totalmente solo ante Juan Carlos, que volvió a ganarle la partida.
La primera mitad finalizó con la impresión de que el partido estaba resultando especialmente plácido, pero que el Celta no estaba sabiendo aprovechar su tremenda superioridad. Todas las dudas se esfumaron al inicio del segundo tiempo. En una jugada muy embarullada, con varios rechaces, el cuero le llegó a Tucu Hernández, que se lo entregó a Nolito. El gaditano realizó una de sus habituales diagonales, llegó a la frontal del área y disparó a puerta. El balón rebotó en un defensa y se acabó colando en la portería del Rayo. 2-0. Quedaban 40 minutos y el encuentro parecía sentenciado.
El Rayo intentó dar un paso hacia adelante, buscar ese gol que le volviese a meter en el encuentro, pero lo hacía con poca convicción. Sabía que no tenía argumentos para pelear de tú a tú con el Celta. El acercamiento más peligroso de los madrileños acabó con un testarazo de Manucho que el áribtro anuló por encontrarse el angoleño en fuera de juego.
En el 64, volvió a aparecer la conexión entre Nolito y Orellana. Tras una combinación entre ambos, el chileno acabó disparando a portería. Juan Carlos desvió a córner. El Celta se encontraba cómodo. Combinaba, se adornaba y mareaba a un Rayo que estaba deseando que acabara el partido. En los últimos minutos, Berizzo aprovechó para dar descanso a Jonny, aquejado de problemas musculares, y para brindar unos minutos a Guidetti, que salió al campo en lugar de Tucu Hernández.
El tercer tanto llegó a tres minutos para el final del tiempo reglamentario en una jugada de estrategia. Nolito botó una falta desde la esquina izquierda del área. En vez de buscar el centro, envió el esférico raso al corazón del área, donde se encontraba Fontás para batir a Juan Carlos con un disparo seco. Era el colofón a una gran noche. El Celta duerme líder.
Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Jonny (Planas, min. 69); Augusto Fernández, Wass (Radoja, min. 84), Tucu Hernández (Guidetti. Min 77); Orellana, Iago Aspas y Nolito.
Rayo Vallecano: Toño; Tito, Zé Castro (Amaya, min. 23), Llorente, Nacho; Baena, Trashorras; Lass, Ebert, Bebé (Juan Carlos, min. 9); y Manucho (Miky, min. 71).
Goles: 1-0, min. 11: Nolito, de penalti; 2-0, min. 49: Nolito; 3-0, min. 87: Fontás.
Árbitro: Martínez Munuera (colegio valenciano). Mostró tarjetas amarillas a los locales Nolito y Jonny; y a los visitantes Manucho y Trashorras. Expulsó con roja directa al portero del Rayo Vallecano Toño en el minuto 8.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 2ª jornada de Liga de Primera División disputado en el Estadio Municipal de Balaídos ante 17.606 espectadores.