Quizás después del verano, ahora que empiezan a bajar las temperaturas y no da tanta pereza encender el horno, es un buen momento para iniciar también hábitos saludables con nuestros hijos. Introducir determinados ingredientes en nuestra dieta, como la avena, el germen de trigo, los frutos secos… puede ser muy beneficioso para mejorar su rendimiento en el cole, y si además hacemos las galletas en casa, estaremos evitando la ingesta de grasas saturadas tan presentes en la bollería industrial. Además de saludables y muy fáciles de hacer, las galletas caseras son una buena ocasión para hacer una actividad junto a nuestros hijos, y que después puedan llevar las galletas como merienda para el recreo del cole.
Ingredientes para aproximadamente 45 galletas:
250 g de copos de avena.
125 g de harina.
30 g de germen de trigo.
1 cucharadita de levadura química.
1 cucharadita de bicarbonato sódico.
1/2 cucharadita de canela molida.
1/2 cucharadita de sal.
225 g de mantequilla a temperatura ambiente.
200 g de azúcar blanquilla.
200 g de azúcar moreno.
2 huevos.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
50 g de pasas sultanas.
50 g de chips de chocolate.
Preparación:
En un bol, mezclar los copos de avena, la harina, el germen de trigo, la levadura, el bicarbonato, la canela y la sal. Reservar.
Con ayuda de nuestro robot de cocina o batidora de varillas, batir la mantequilla, el azúcar blanquilla y el azúcar moreno, haya que tomado un color pálido y esté esponjoso, unos 5 minutos. Sin dejar de batir, añadir la esencia de vainilla y los huevos, uno a uno.
Verter esta mezcla sobre los ingredientes secos que habíamos reservado antes y mezclar con ayuda de una espátula. Cuando estén todos los ingredientes bien integrados, añadir las pasas y los chips de chocolate. Reservar una media hora en la nevera.
Precalentar el horno a 180 ºC. Formar las galletas con ayuda de una cucharita; es una masa muy pegajosa, así que no conviene hacerlo con las manos. Simplemente iremos dejando cucharaditas de masa en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear, bastante separadas entre sí, ya que las galletas se extienden en el horno.
Hornear unos 14 minutos, hasta que los bordes comiencen a dorarse. Dejarlas reposar un momento en la bandeja, y después dejarlas enfriar sobre una rejilla o superficie plana. Guardar en latas metálicas que cierren bien una vez que estén completamente frías.