En esta ocasión destacamos una mochila en forma de tigre que esta chica de la fotografía lleva a sus espaldas con gracia y naturalidad, y seguramente con mucha más tranquilidad que si el animal fuera de carne y hueso. Estamos acostumbrados a cruzarnos con personas que pasean el perro, el gato, o incluso algunas personas que se atreven con algún animal exótico, pero en ningún caso con una persona que pasea el tigre. Ya decimos que es de peluche y con la forma de mochila, pero imaginamos, también, la posible ternura de un animal tan fiero al ir colgado de los hombros de su dueña paseando por las calles de una ciudad tan trepidante como la nuestra sin provocar el miedo, porque hasta es posible que los tigres escondan algo de ternura.