Así, en total se registraron 64 incidencias en la provincia, la mayoría de ellas en las ciudades de Vigo y Pontevedra, según informó el centro de emergencias 112. Por su parte, la Agencia Estatal de Meteorología mantiene la alerta para este miércoles, aunque en el caso de Pontevedra pasa de naranja a amarilla.
Fundamentalmente, los avisos fueron por la caída de árboles y ramas y el desplazamiento de elementos del mobiliario urbano. En Vigo, una maceta de grandes dimensiones se cayó de un noveno piso con la fortuna de que impactó contra el parabrisas de un vehículo aparcado y no hubo que lamentar daños personales. También en Tomiño y en Pontevedra dos árboles se precipitaron sobre turismos sin causar heridos.
Según informaron los Bomberos de Vigo, acudieron a lo largo de la jornada a unas quince intervenciones, fundamentalmente también relacionadas con caídas de árboles y losetas pero, a diferencia de otras ocasiones, indicaron que no se registraron inundaciones de importancia.
La Policía Local, por su parte, también tuvo numerosas intervenciones entre las cuales una de ellas fue acudir a la playa de Canido donde una embarcación corría peligro, dada la fuerza del mar de fondo.
La fuerza del mar, que impidió a la flota faenar con normalidad, fue bien recibida, como viene siendo habitual, por los surfistas y alguno de ellos incluso disfrutó de las olas pese a la alerta de viento y mar de fondo.
En total se registraron 128 intervenciones en la comunidad gallega de las cuales más de la mitad de las llamadas fueron por caída de árboles y ramas y, en menor medida, por la acumulación de agua en carreteras y calles y por desprendimientos de tierra, piedras, postes y cables de luz y teléfono.
Fuera de la provincia de Pontevedra, en Ourense se desbordó el río Caldo, en Lobios y arrancó una parte del mobiliario de la zona termal. En Fonsagrada (Lugo), un autobús tuvo dificultades para seguir la ruta por culpa de un árbol atravesado en la carretera y en A Coruña los municipios en los que más se dejaron sentir los efectos del fenómeno meteorológico adverso fueron Padrón, Ribeira y Rianxo. En A Coruña hubo 40 intervenciones, en Lugo 15 y en Ourense 8.
La alerta sigue el miércoles
Protección Civil y Emergencias mantendrán este miércoles también la alerta por lluvias y vientos fuertes después de que en la jornada de este martes se hayan registrado precipitaciones significativas que podrían alcanzar finalmente los 100 litros por metro cuadrado en 12 horas en el suroeste de A Coruña, Pontevedra y noroeste de Ourense.
A lo largo de este martes 15 y el miércoles 16 una profunda borrasca atlántica está afectando al noroeste peninsular, desplazándose posteriormente en dirección noreste hacia las Islas Británicas.
La borrasca consta, inicialmente, de dos centros de presión que se fusionan en uno solo en su trayectoria por las proximidades de Galicia. Su ritmo de desarrollo, en algún momento, podría alcanzar características de ciclogénesis explosiva, según alertó Aemet. Bajo estas líneas, la borrasca a las 19:37 horas de este martes.
El centro de la borrasca no llega a entrar en tierra, pero debido a su paso muy próximo al litoral gallego, dará lugar a un fuerte temporal de viento y mar en las zonas costeras de Galicia y del Cantábrico occidental, donde se espera que el viento alcance la fuerza 8, ocasionalmente fuerza 9 en las costas gallegas, y una altura de olas de hasta unos 6 metros. En el resto del Cantábrico se espera fuerza 7 y olas de hasta 5 metros.
El viento fuerte, del suroeste y oeste, afectará a gran parte de la mitad noroccidental peninsular, con más intensidad en el cuadrante noroeste, donde son probables rachas de 90 y 100 km/hora, incluso rachas de unos 120 km/hora en zonas altas de la Cordillera Cantábrica.
Se espera que a lo largo de la tarde del miércoles el viento vaya disminuyendo de oeste a este, de manera que a últimas horas del miércoles se dará por terminado el episodio. Las lluvias más intensas se esperan a lo largo de la tarde y noche del martes y la madrugada del miércoles.
Como suele ser habitual, la Agencia Estatal de Meteorología recomienda ante la posibilidad de fuertes vientos asegurar puertas, ventanas y todos aquellos objetos que puedan caer a la vía pública; alejarse de cornisas, árboles, muros o edificaciones en construcción, así como de grúas que puedan desprenderse. También conviene abstenerse de subir a los andamios sin las adecuadas medidas de protección.