Los de Eduardo Berizzo cuajaron una primera parte perfecta, en la que ofrecieron una clase magistral de fútbol total. Los celestes empequeñecieron a su rival hasta llegar a convertir al Sevilla a un equipo minúsculo incapaz de frenar las acometidas de unos muchachos en estado de gracia.
Ataque constante, presión asfixiante cuando el rival se hacía con el balón, verticalidad, dinamismo, precisión en los pases, remate, contundencia… Imposible ponerle un pero a la primera parte del Celta, que salió a por todas desde el primer segundo. Quizás herido en su orgullo por los pitos recibidos ante Las Palmas, el conjunto celeste quiso demostrar en el Sánchez Pizjuán que cuando se pone a jugar al fútbol prácticamente no hay rival que lo pare. En el primer cuarto de hora, la artillería viguesa funcionó a pleno rendimiento. Los de Berizzo le imprimieron un ritmo frenético a este inicio de partido. El Sevilla asistía atónito a este vendaval de juego. A los 13 minutos, Wass decidió probar su derecha y enganchó un zapatazo que se fue por encima de la portería defendida por Sergio Rico. Fue el primer aviso serio del Celta, que un minuto después ya no perdonaría. Orellana cambió el juego a la banda derecha, donde se encontraba Nolito, su socio perfecto. El gaditano encaró a la defensa sevillista. Amenazó con irse hacia la línea de cal, pero era solo un amago. Se marchó al medio, al corazón del área, y soltó un derechazo que se coló en la portería sevillista pegado al palo izquierdo. Su jugada favorita. Nolito, con su cuarto gol en Liga, hizo justicia y reflejó en el marcador la absoluta superioridad del Celta.
Los celestes no bajaron el pistón tras este tanto. El rival estaba desorientado y era el momento de castigarlo. La sinfonía perfecta continuó ante un público sevillano que se estaba empezando a poner nervioso. Su equipo no olía el balón y el contrincante se paseaba con demasiada suficiencia por las proximidades del área local. Orellana a punto estuvo de sorprender a Sergio Rico con un disparo lejano y continuó engordando la lista de ocasiones del Celta. El segundo tanto llegó en el minuto 25. Nolito vio a Hugo Mallo internarse en el área y le envió un buen centro. El lateral controló de cabeza y tras un par de rechaces de la zaga rival envió el pase atrás. Apareció a Wass, que batió al meta sevillista con un disparo cruzado.
Tras esta primera media hora, parecía una broma que fueran los de blanco el equipo ‘Champions’. Y el Celta siguió a los suyo, atacando. Sus posesiones larguísimas estaban desesperando a los jugadores del Sevilla, hartos de perseguir sombras. Vitolo se fue lesionado y Emery dio entrada en el terreno de juego al excéltico Krohn-Dehli. La presencia del danés no varió ni un ápice la decoración del encuentro. Nolito estuvo a punto de marcar en un lanzamiento directo de córner y poco después Cabral, que había subido al remate en una jugada a balón parado, rozó el gol con un disparo desde la frontal del área.
La primera y única ocasión del Sevilla en la primera mitad llegó en el 44. Wass perdió un balón en mediocampo y la jugada acabó con Banega ante Sergio Álvarez. El meta celeste detuvo el lanzamiento de argentino.
Por desgracia, la segunda parte se pareció muy poco a la primera. El Sevilla despertó y el Celta sufrió. Los de Berizzo pagaron el esfuerzo realizado en el primer periodo. El calor en la capital andaluza era intenso y los locales aprovecharon el bajón celeste.
Los de Unai Emery sabían que si querían puntuar debían marcar un gol rápido que les volviera a meter en el encuentro. Para cumplir esta tarea, el técnico dio entrada en el campo al internacional Fernando Llorente. Y tras un par de avisos y con el Celta totalmente a expensas de su rival, llegó el tanto del delantero riojano. Mariano Barbosa centró al segundo palo, donde se encontraba totalmente solo Llorente, que cabeceó a placer.
Todo el sufrimiento que había infligido el Celta en la primera parte lo estaba padeciendo en la segunda. El Sevilla arrinconaba a los celestes en su propia área. Parecía que el tanto del empate podía llegar en cualquier momento. Lo rozó Krohn-Dehli, que estrelló un disparo en el larguero.
Cabral cayó lesionado y lo sustituyó Fontás, que no fue titular este domingo al arrastrar molestias. Poco después, Berizzo sentó a Tucu Hernández para dar entrada a Radoja. Buscaba que el equipo tuviese más equilibrio, que no se partiese como había ocurrido ante Las Palmas.
El partido se serenó. El dominio del Sevilla ya no era tan asfixiante. De hecho, el Celta gozó de algunas ocasiones. Orellana y Aspas probaron los reflejos de Sergio Rico. Wass, por su parte, también se topó con el meta local en un lanzamiento de falta. El encuentro agonizaba, al Sevilla le faltaba la chispa que sí tuvo en los primeros minutos del a segunda mitad. El Celta respiraba e incluso se iba al ataque. Pero habría sufrimiento hasta el final. Jonny se fue expulsado en el descuento y, con uno menos, los de Berizzo defendieron con uñas y dientes la victoria. Al final, tres puntos más que permiten a los vigueses seguir viviendo en la zona noble.
Sevilla: Sergio Rico; Mariano Barbosa, Andreolli, Kolodziejczac, Coke; Krychowiak, N’Zonzi; Reyes (Konoplyanka, min. 72), Banega Fernando Llorente (min. 46), Vitolo (Krohn-Dehli, min. 29); y Gameiro.
Celta: Sergio; Hugo Mallo, Cabral (Fontás, min. 57), Sergi Gómez, Jonny; Augusto Fernández, Daniel Wass, Tucu Hérnandez (Radoja, min. 61); Orellana, Iago Aspas (Guidetti, min. 78) y Nolito.
Goles: 0-1, min. 14: Nolito; 0-2, min. 25: Wass; 1-2, min. 52: Fernando Llorente.
Árbitro: Jaime Latre (colegio aragonés). Mostró cartulina amarilla a los jugadores locales Reyes, Banega y Krychowiak; y a los visitantes Hugo Mallo, Iago Aspas y Sergi Gómez. Expulsó por doble amarilla a Jonny en el minuto 90.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 4ª jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio Sánchez Pizjuán de Sevilla.