Los descreídos que opinaban que aquellos primorosos 45 minutos iniciales del Sánchez Pizjuán eran irrepetibles, se equivocaban. Bueno, quizás no tanto. Porque la primera mitad ante el Barcelona fue todavía mejor. Es cierto que el equipo de Luis Enrique tuvo un par de buenas ocasiones e incluso se sacudió el dominio celeste por momentos, pero el recital que ofreció el Celta ante el vigente campeón de Liga, Copa del Rey y Liga de Campeones fue impagable.
La confianza y la motivación corrieron por las venas de los pupilos de Eduardo Berizzo desde el pitido inicial. Sabían a qué tenían que jugar y esa era ya la primera victoria. El retoque que el técnico realizó en el equipo, lejos de desconcertar a sus hombres, provocó que la idea de juego se reforzara. Radoja entró en el once en lugar de Tucu Hernández para colocarse junto a Augusto Fernández en el centro del campo. Pero el serbio no se limitó a su papel de escudero. Se movió por todo el terreno de juego con un dinamismo del que carecía la pasada temporada.
Los primeros minutos se caracterizaron por un ritmo endiablado. Y el que lo marcaba era el Celta. Movía el balón con velocidad y criterio y cuando lo perdía, varios jugadores acudían a la presión con una fiereza que atemorizaba a un Barça dormido. Aspas fue el primero que pisó el área rival cuando solo se llevaban unos segundos de partido. El moañés buscó a Orellana con un pase al medio, pero el chileno no pudo llegar a su servicio.
El Celta rozaba la perfección en la circulación de balón, pero no conseguía generar ocasiones claras de gol en estos primeros compases del choque. Orellana y Aspas lo probaron, pero sin demasiada convicción. El Barcelona despertó a los diez minutos. Por fin pudo dar más de dos pases seguidos y a punto estuvo de marcar. Iniesta envió un buen pase a Messi, el argentino se internó en el área y disparó a puerta. Se encontró con un gran Sergio, que despejó el balón. El meta de Catoira volvería ser decisivo cuatro minutos después. En esta ocasión, Messi fue el asistente y Neymar el rematador.
Se habían equilibrado las fuerzas. El Barcelona comenzó a discutirle la posesión a un Celta que se tomó un pequeño respiro. Necesitaba coger aire. No duró mucho, porque poco después volvió a la carga y esta vez la pistola sí que estaba cargada. Hugo Mallo centro desde la derecha, trató de rematar Wass, pero el balón le llegó a Nolito en el extremo izquierdo del área. El gaditano no dudó. Vio a Stegen levemente adelantado y se sacó de la manga un disparo con rosca con destino a la escuadra contraria. El espigado portero del Barça rozó el balón, pero no pudo evitar que se colase en su portería.
Se desató el delirio en Balaídos. Pero el público vigués seguro que no se imaginaba que solo cuatro minutos después tendría de nuevo motivos para festejar. Le llegó un comprometido balón a Piqué en la línea del centro del campo. Nolito, muy atento, fue a presionar. El central catalán trató de sacarse el esférico de encima y tras un par de rebotes este impactó en la cabeza del gaditano, que puso un servicio medido para Aspas. El moañés solo tenía la inmensidad frente a él y lejos, muy lejos, a Ter Stegen cuidando su portería. Inició la carrera hacia el guardameta y cuando este le salió al encuentro, le picó el balón por encima. Gol. 2-0.
Increíble. El mejor equipo del mundo era solo un muñeco de trapo en manos del Celta. Y el recital no había acabado. Augusto fue protagonista en los minutos finales. Primero, disparó muy alto tras un peligroso pase atrás de Nolito. Después, fue decisivo en la otra área al llegar como una exhalación para despejar un disparo de Neymar que tenía muy mala pinta.
Al inicio de la segunda parte, el Barcelona buscó con ahínco el empate. El Celta se defendía como podía y salía con mucho peligro a la contra. De hecho, la primera ocasión clara fue celeste. Wass dejó solo a Aspas ante Stegen. El disparo del moañés, demasiado cruzado, se marchó fuera. La respuesta culé fue muy contundente. Neymar avanzó metros, le cedió el balón a Iniesta y este se lo pasó a Messi, que, desde el interior del área, envió el balón al palo.
Un inmenso Sergio, que ya había sido decisivo en la primera parte, resultó crucial en la segunda. En el 55, le detuvo un disparo a Messi. El balón se marchó a córner. Y tras el lanzamiento posterior, nació la contra en la que Aspas marcaría el tercer tanto celeste. El portero alejó el peligro, Augusto tocó el esférico y este le llegó al moañés. El delantero celeste le hizo un sombrero a Dani Alves en su propio campo, lo que le permitió marcharse sin oposición hacia la portería defendida por Ter Stegen. Como en la primera parte, su definición fue impecable.
El partido estaba cobrando tintes históricos. Y es que el castigo podía ser aún mayor. El Celta seguía creando peligro a la contra. De hecho, Nolito a punto estuvo de hacer el cuarto tanto. El gaditano no vio, o no quiso ver, a Aspas, que se encontraba en una mejor posición que la suya. Su disparo se marchó fuera. En la otra área, Sergio estabas ofreciendo todo un recital. Munir, Neymar y Messi se estrellaban contra él una y otra vez.
A falta de diez minutos para el final, el Barça intentó meterse en el partido con un gol de Neymar. Messi asistió al brasileño, que tras un buen control batió a Sergio. Pero el Celta encajó bien este golpe e incluso se permitió darle la estocada definitiva a su rival. El encargado de hacerlo fue Guidetti, que llevaba unos minutos en el campo. Al final, goleada histórica del Celta, que se aúpa a lo más alto de la tabla y sigue firmando un inicio de temporada de ensueño.
Celta: Sergio; Hugo Mallo, Cabral, Sergi Gómez, Jonny; Radoja (Tucu Hernández, min. 75), Augusto Fernández, Wass (Planas, min. 84); Orellana, Iago Aspas (Guidetti, min. 77) y Nolito.
Barcelona: Stegen; Dani Alves, Piqué, Mascherano, Mathieu; Busquets (Rakitic, min. 65), Sergi Roberto (Munir, min. 59), Iniesta; Messi, Luis García y Neymar.
Goles: 1-0, min. 25: Nolito; 2-0, min. 29: Iago Aspas; 3-0, min. 55: Iago Aspas; 3-1, min. 79: Neymar; 4-1, min. 82: Guidetti.
Árbitro: Undiano Mallenco (colegio navarro). Mostró cartulinas amarillas a los locales Hugo Mallo y Sergi Gómez; y a los visitantes Sergio Busquets y Luis Suárez.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 5ª jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio de Balaídos ante 23.311 espectadores.