Una representación de la junta de gobierno del Colegio,que preside Carlos Fernández, visitó este martes el servicio de Urgencias del Álvaro Cunqueiro para comprobar la situación que le trasladaron numerosos asociados a través de llamadas telefónicas y reclamaciones y, posteriormente, tras una reunión en la que también participaron médicos y auxiliares han recopilado un importante número de incidencias que demuestran el «mal funcionamiento» de este servicio. «No es el único porque también nos han llegado quejas de otros servicios pero tenemos que actuar uno por uno», señalaron desde la entidad.
Así, en el caso concreto de Urgencias, el colectivo de enfermeros ha puesto de manifiesto que no se han puesto en marcha los necesarios protocolos para los «circuitos de flujo de pacientes» que deben seguir para una buena atención. «No es que no se hayan puesto en marcha, en realidad ni siquiera existen, y eso implica problemas como que hay historias clínicas sin pacientes, pacientes sin historias clínicas, personas que no encuentran a sus familiares… es una situación absolutamente caótica», subrayan. Esta situación ha obligado, incluso, a romper protocolos básicos como la ley de protección de datos ya que, pese a la existencia de un nuevo sistema de llamada de pacientes «se está llamando a los pacientes de viva voz».
A esta falta de protocolos básicos para atender el servicio se suman, además, deficiencias de tipo estructural, falta de material y de personal. «El servicio de urgencias, con todo lo grande que es el hospital, se ha quedado pequeño en apenas dos días, y eso que estamos en uno de los periodos con la menor incidencia de Urgencias… ¿qué pasará cuando lleguen los temidos picos de gripe del invierno?», remarcó el portavoz del Colegio, que remarca el importante grado de «estrés» que sufren los trabajadores ya que, además de los cambios de centro de trabajo y de dinámica de trabajo se les ha cambiado «incluso el sistema informático» y se les «escatima» material.
«Las enfermeras tienen que hacer cola ante una máquina expendedora para recoger los medicamentos, y algunos de ellos son de urgencia», añaden las mismas fuentes, que manifiestan que han tomado la decisión de interponer una demanda ante la posibilidad real de que ocurra algo «grave» con sus posibles responsabilidades hacia miembros del Colegio.
«Se trata de muchas cosas que tal vez sean imperceptibles para los usuarios pero que suponen un grave riesgo para los pacientes», señalan desde el organismo, donde no se entienden «las prisas del traslado». «Había dos servicios de Urgenciasen dos hospitales que funcionaban bastante bien y de repente, de un día para otro, se quitaron y se unificaron cuando lo más lógico habría sido cerrar primero uno, que los trabajadores fuesen adaptándose al cambio y luego llegasen los del otro, cuando los primeros ya estuviesen más rodados», afirman. «Ahora llegan al turno y no tienen ni idea de qué hacer y se quejan además de que hay material guardado bajo llave por parte de la concesionaria», explican.