Quería decir que conocí a la Sra. Bravo dentro de su trabajo como delegada de la administración regional, si bien debo precisar que con ella no me une vínculo alguno de amistad, familiar ni de partido.
A mi modo de ver el cese de Mª. José Bravo tuvo que ver con dos motivos, uno judicial, su imputación en el caso Patos y otro más importante, de partido, como fue su intento de formar una candidatura alternativa a la oficial para el congreso local del PP del próximo año.
Desconozco absolutamente si Mª. José Bravo cometió alguna irregularidad mientras fue delegada, pero en las ocasiones que pude hablar con ella directamente me pareció una mujer capaz, buena comunicadora, trabajadora y que aún siendo una mujer de partido tenía la capacidad para decir lo que ella pensaba sin esquivar ninguna pregunta cuando era entrevistada.
Por todo ello, a mi entender, hubiera sido una mejor candidata para la alcaldía de Vigo que Elena Muñoz en las pasadas elecciones municipales.
Creo que el mensaje de su cese ha sido un aviso a navegantes a la agrupación viguesa del PP, para que nadie se mueva si quieren salir en la foto, estando mucho más penado en la dinámica de partido el ser un verso libre, que ser poco eficiente en el desempeño de un cargo. Si fuera esto último el 90% de los cargos de la Xunta deberían ser cesados.
Supongo que la Sra. Bravo Bosch volverá ahora a su puesto de catedrática de Derecho Romano de la UVIGO. Es de destacar que esta mujer es universitaria y posee una cátedra universitaria por lo que puede abandonar la política de primera línea y retomar su puesto de trabajo sin problemas. Hay otros muchos altos cargos en la administración que no pueden decir lo mismo.