El funcionamiento es relativamente simple. Te apuntas en el programa, tú mismo metes las posiciones y, en función del resultado, sumas una serie de puntos. La distancia de las pruebas, el número de participantes o la pendiente acumulada son algunas de las cuestiones que puntúan. Primero o último, sumas. Así acumula y acumulas hasta ascender, porque hay tres categorías y, si llevas varios años, incluso puedes ganar la clasificación. Aunque para ello tienes que estar un poco loco y, por supuesto, un físico y una constancia a prueba de bombas.
Pablo Feijóo Loureiro, de Sandiás (Ourense), logró la victoria en Circuíto de Carreiras Galegas 2014/15 con 12.875,12 puntos. Los alcanzó tras completar el máximo de pruebas 40 (mínimo una a la semana) y no ganar ninguna de ellas. Las dividió entre 15 de ruta y 25 de montaña. Terminó entre los diez primeros en nueve y acumuló 759,8 kilómetros. La segunda posición fue para un redondelano, Gonzalo Rodríguez, que se marchó a los 12.303,12 puntos. También completó el máximo de pruebas y sus resultados fueron mejores. Una victoria y finalizó en 11 ocasiones entre los diez primeros. Sin embargo, optó por menos dureza (23 ruta, 17 montaña) y se quedó en menos kilómetraje: 667,7 kilómetros. Casi un centenar menos que el ganador.
No obstante, el particular bestia de la carretera y la montaña, el correcaminos gallego es Amador Reboreda Graña (Redondela), que acumuló 12.075,11 puntos. Sus clasificación no llegó por sus grandes resultados, ya que no logró ningún top-10. Aún así, no hay que engañarse, a la mayoría de los mortales nos gana en una media maratón. Los hizo en 22 competiciones en ruta y 18 en montaña en las que recorrió 903,3 kilómetros. Cerca de un millar de kilómetros en pruebas populares. Un bonito ejercicio para cualquier corredor esporádico es calcular los años en los que consigues hacer 1.000 kilómetros en competición.
¿Cómo soportar toda esta carga?
Los dos primeros elementos no son atléticos, ni físicos. Se tratan de psicología y tiempo. Tener mentalidad suficiente para aguantar tantas horas de competición y entrenamientos y, por supuesto, tiempo libre para realizarlo. A partir de ahí, vamos con varios consejos.
- Estirar. Tras cada entrenamiento y tras cada prueba. Imprescindible para soportar la acumulación de esfuerzos porque, tras la carrera, devuelves al músculo a un estado habitual y evitas lesiones.
- Cuidar la alimentación. Esto merece subdivisón.
_Evitar los alimenos con azúcar y los hidratos de carbono o, mejor dicho, ir hacia los hidratos de carbono complejos, de absorción lenta. Se puede optar por azúcares para la recuperación tras carrera. Pero su ingesta masiva facilita las enfermedades y los resfriados. Y si quieres hacer 40 carreras…
_La ingesta de alimentos más importante es la que se realiza entre 8 y 10 horas antes de la competición
_Infusiones de gengibre. Existen, sí. Al parecer, son actibacterianos y ayudan a evitar esos problemillas de salud.
_Algas. Mantienen los niveles de hierro altos y, al parecer, hay una empresa gallega bastante buena en esto (pero, por ahora, no nos patrocina) - Abdominales hipopresivos. Son un tipo de abdominales poco habituales (busca un entrenador), que ayudan a recolocar la vejiga y evitan problemas en el suelo pélvico. Especialmente recomendados para mujeres.
- Aplicar frío. Para evitar lesiones y devolver músculos a estado natural. Si se puede, con criogenia. Hielo o agua fría son las variedades para los aficionados.
- Hidratación. Hidratarse antes, durante y después de la carrera. Mucha gente todavía no lo hace, pero es fundamental y, un poco más, si acumulas esfuerzos.