Así anunciaron este viernes Abel Caballero y Carmela Silva el protocolo de colaboración firmado entre Concello de Vigo y Diputación de Pontevedra. Ni alcalde ni presidenta quisieron poner cifras a las cantidades que la institución provincial invertirá en la ciudad e insistieron en que se trataba de un «momento histórico».
«Firmamos un protocolo, es un símbolo, pero hicimos mucho más, se trata de la forma, de la vivencia conjunta de dos instituciones muy importantes. Firmamos una nueva etapa en la historia de la ciudad, soy consciente de lo que acaba de suceder, es un encuentro de verdad», aseguró el regidor.
Para Silva el acuerdo hace «justicia» con Vigo. «Por primera vez en la historia Vigo ocupa el lugar que le corresponde en la Diputación, ocupa un gran lugar, la provincia necesita a Vigo y la Diputación no tenía que haberle dado la espalda a Vigo, no lo puede entender nadie, el resto de la provincia tampoco. Esto era de justicia, hasta ahora había una enorme injusticia, este es un protocolo de justicia», señaló la máxima responsable de la Diputación.
El acuerdo significa que Xunta y Diputación aprobarán de ahora en adelante convenios para distintas áreas, desde humanizaciones hasta cultura, deporte y política social. «Habrá tantas acciones conjuntas en esta ciudad que si las vamos singularizando no les daría tiempo ni sitio en los periódicos, agencias y televisiones. Esto va a ser infinito, no tiene final, es una cooperación total», afirmó Caballero.
Silva también destacó la importancia del protocolo. «Hay momentos en la vida política, pero también personal que quedan marcados para siempre. Este va a quedar marcado. Soy viguesa, pero no solo nacida en Vigo sino también apasionadamente viguesa, amo profundamente a mi ciudad, es fundamental en Galicia, si queremos una Galicia moderna, que pueda competir, con poderío económico… Vigo tiene que ser el corazón», mantuvo.