Desde que comenzó, ¿cambió todo en el atletismo menos las pistas?
Las pistas apenas cambiaron. Es mi pelea de toda la vida. Me retiro y si me preguntan, ¿de qué te arrepientes? La respuesta es no conseguir que esto funcione. Ahora es fácil tirar de hemeroteca, pero no llega al año 97 o 98 cuando empecé a quejarme de la pista. Cuando me entrevistaban con dieciséis años ya me quejaba de la pista. En todos estos años, no se ha conseguido nada. Han pasado alcances, gobiernos de todos los colores y nada. La pista es la misma que hay ahora y ya estaba de antes. Llegué a Vigo en el 1998 y ya se prometía el módulo cubierto. Me lo creía, hasta que mi entrenador me decía, es mentira. Me abrió los ojos. Él me dijo, vas a ser un atleta de élite y, desde arriba, vas a ser la voz de todos. Si yo quisiera tener unas grandes instalaciones, lo tenía fácil, me iba y punto. Al final, lo tuve que terminar haciendo porque aquí no se mejoró nada. Todavía me acuerdo en el año 2008 cuando había trece deportistas gallegos olímpicos y nueve entrenábamos fuera de Galicia. Y es algo que a los políticos ni les va ni les viene. Yo llegué a dos Juegos entrenando aquí. Por ejemplo, Santi Pérez, que llegó a ser octavo, hizo su carrera en Barcelona. Dejó a su familia, porque estaba casado y con hijos, y se pasó largas temporadas allá y es un marchador. Si llega a tener que necesitar una pista de atletismo completa…
Pero cuando hizo el vídeo denunciando el estado de las pistas es porque estaba muy harto
Llevaba años hasta las pelotas. Había que darle una vuelta y ahora, por suerte, hay internet. Sin embargo, ese vídeo ya lo había hecho antes. En 2008 hice lo mismo con motivo del Campeonato de España de 10.000 metros, que se hizo en Vigo. Lo hice para Localia, me llamaron y quedé en la pista con ellos y se emitió. Al día siguiente me llamó el concejal Xabier Alonso y me pegó una bronca tremenda. Con él tenía buena relación porque era aficionado al atletismo y continúo teniendo una buena relación hoy en día. Eso sí, en cuanto entró como concejal ya le dije, desde ahora somos enemigos. En la llamada le expliqué, Xabier, tú terminarás el mandato y yo voy a seguir aquí y la pista seguirá igual por mucho vídeo que haga. Así fue, aún se lo recordé hace poco. Y que conste que fue el concejal que más luchó por las pistas. Hizo lo que le dejaron, pero al final el proyecto no salió. Fue el que más lo intentó en los últimos veinte años. Al menos, se aproximó.
«Las pistas apenas cambiaron. Es mi pelea de toda la vida. Me retiro y si me preguntan, ¿de qué te arrepientes? La respuesta es no conseguir que esto funcione»
¿Y en la actualidad?
Manel Fernández es un inepto, no tiene idea de atletismo. Cuando llegó al cargo estaba yo en Madrid entrenando y coincidió con la época que regresé. Un día, en la pista, lo cogí por banda y le empecé a decir todo lo que se necesitaba. Me dio largas, como todos los políticos y le terminé preguntando: ¿Sabes quién soy yo? Me dijo que un directivo del Celta. No sabía quién era David Gómez, el concejal de Deportes de la ciudad. Quedó en llamarme un día con calma para hablar de la situación de las pistas y nunca lo hizo. Pasó un mes, dos, coincidía con él en eventos, y hasta un año. Fue cuando solté el vídeo. Aquel día me hice enemigo. Me dijeron que era de O Rosal y fuera a mi casa a quejarme. Llevaba casi diez años empadronado en Vigo, soy tan vigués como Abel Caballero o Manel Fernández.
¿Qué se necesita para formar atletas?
Muchas veces escuché a Odriozola decir que el problema del atletismo era la Play Station y el botellón. Ahora lo dice menos. Siempre he estado en contra de esta afirmación. El problema es que llegas a la pista y no hay entrenadores. ¿Quién entrena aquí? Y no hay. Ahora salió una ley en la que todos los equipos tienen que tener a los entrenadores declarados. Es un error, los hay que cobran cien euros y van a tener que declarar ese dinero… Muchos te van a decir que tururú, que no pierden dinero. La clave es fomentar que los clubes puedan tener entrenadores como sucedió este año con la Escuela Celta. Yo, que llevo un grupo desde hace cinco años, me pasaba muchas veces que estaba en la pista y venía un niño a decirme que quería entrenar. No había nadie para hablar con él. Al final terminaba entrenando conmigo cuando no era mi labor porque estaba con deportistas ya formados, no con niños de doce años.
¿Cómo es el David entenador?
Mi labor no es entrenar niños, no estoy preparado para ello, no lo haría bien. Puedo hacerlo, pero como uno más. Mi labor es entrenar a deportistas ya formados y cuanto mayor es su nivel, mejor. Puedo hablarle desde la experiencia de llegar a la élite. Coger a un campeón de España y decirle, esto funciona así, así y así. Este es el orden de las cosas porque lo he vivido. Puedo entrenar a niños y lo hice cuando empecé, pero me di cuenta que no es para mí. Ahora, la media de edad de mi grupo es de veinte años.
¿Había entrenadores de decatlón específicos en España?
No los había antes y apenas los hay ahora. Hay pocos grupos de trabajo específicos de atletismo, imagínate de pruebas combinadas. Puedes encontrar en Madrid, en Barcelona, en Soria, en Castellón, donde está el Playas de Castellón y Tenerife porque está el entrenador de Peñalver, que se fue a vivir allá. Son lugares donde hay buen tiempo e instalaciones. Incluso en Canarias, con su clima, tienen un módulo cubierto. Además, a un atleta joven, de 15 o 16 años, le tienes que decir que hay que venir cinco o seis veces todas las tardes a entrenar… Lo lógico que hace es escoger la prueba que se le da mejor, viene tres días dos horas y punto. Entonces, así es complicado que un entrenador pueda especializarse. Sólo es viable en un centro de alto rendimiento, donde va el atleta de forma específica a entrenar.
¿Qué importancia tiene el entrenador?
Al final, es un dúo Cuando empecé tuve la suerte de que el entrenador estaba jubilado y podía dedicarse a mí al cien por cien. De hecho, había un grupo de atletas, los fue desechando y se quedó conmigo que era el mejor y se divertía más. Pudo viajar mucho, a todos los sitios, menos a los Juegos Olímpicos, que no le dejaron. Era gracioso porque, en un mitín, había reunión de entrenadores y tuve que ir yo con él porque no hablaba inglés. Era el único atleta. Ves a cualquier deportista de nivel y acuden con el fisio, el entrenador y, algunos, con el mánager. Mientras tú estás pegándote para que las pértigas lleguen a la competición.
¿Volveremos a ver un atleta de decatlón vigués en la élite?
Antonio (el entrenador) me decía que era un ‘aborto de la naturaleza’. Sale uno cada cuarenta años, es muy complicado. Tienes que tener mucha suerte, pero mucha. Además, en medio de una ciudad es difícil que salga un decatleta. Los niños se crían de otra manera en Vigo, si sale alguno creo que será de algún pueblo de las cercanías. El primer año que entrené a niños, le intenté enseñar a lanzar jabalina y le dije: esto es como lanzar una piedra. Se quedaron extrañados y me dijo uno: yo lancé una, una vez. Ya tenía doce años. Conclusión: en Vigo no vas a sacar jabalinistas. Yo de pequeño, me ponía con amigos a tirarnos piedras o manzanas a veinte metros. En la ciudad no hay eso. También me llamó la atención cuando llegué aquí, con quince años, que iba andando al instituto desde Plaza América. Serían quince minutos. Todos me preguntaban ¿por qué no iba en autobús? En O Rosal, con catorce años, tenía la bicicleta como medio de transporte, para ir al pabellón, al campo de fútbol, al colegio… Aquí toman el autobús para cinco minutos, así no salen atletas. Puede aparecer alguno esporádico, pero es raro. Tuve una chica que ahora lo dejó, que era del centro de Vigo. Fue tercera de España. No te digo que sería olímpica, pero tenía aptitudes.
¿Qué hay que tener para ser olímpico?
Un error que cometen muchos padres es que intentan enviarme a los chicos para que entrenen conmigo por el simple hecho de que estuve en unos Juegos. Es un error, lo primero que le digo es que no van a ser olímpicos, un niño lo primero que tiene que hacer es venir a las pistas y disfrutar. Muchos me dicen, pero pruébalo… No, así no es. Un niño tiene que probar y, si le gusta, que se quede. No tiene que llegar condicionado a si vale o no vale. Valer valen todos, en mayor o menor medida, eso ya se verá. Pero los que hagan atletismo, que lo hagan porque quieren. Nadie puede comenzar con la idea de ser olímpico, porque después en un fracaso si no llega. A partir de ahí, es complicado poner límites. Hay gente que tiene una mayor predisposición que otra, pero algunos te sorprenden. Por ejemplo, tengo uno que lleva desde los cuatro años en las pistas y nadie lo quería. Era bajito, gordito y daba volteretas. Pues creamos el grupo de pértiga y bueno, como no servía para otra cosa, allá se vino. Era un desastre. Mide sobre un metro cincuenta y con 19 años está a punto de superar la mejor marca que tengo yo en toda mi carrera. Está a seis centímetros. Me demostró que, mientras trabajes, va a sacar lo que quieras. Sigo diciendo que Miguel no va a ser olímpico, pero va hacer grandes marcas. Era un niño que nadie esperaba nada de él. Eso sí, la semana que lo mando descansar, no es capaz de hacerlo. Trabaja al máximo y es una prueba que es fundamental la dedicación porque es muy complicada. De hecho, alcancé mi mejor nivel cuando ya entrenaba atletas y porque aprendí cosas de ellos. Al final, es una disciplina que da respeto porque estás a cinco metros de altura y no es ninguna broma. Si no llega a estar en el programa del decatlón, yo encantado de no hacerla.
«El otro día vi un artículo que afirmaba: hay dopaje en las pruebas populares. ¿Es novedoso? ¿Nadie lo pensó? De hecho, hay atletas que corren en populares y no pisan la pista»
¿Qué es la escuela Celta?
Es una vieja aspiración que teníamos en el Atletismo Celta. Tradicionalmente, los atletas más jóvenes entraban en el AVA, que era nuestro club de referencia para categorías inferiores. Sin embargo, surgieron diferencias y decidimos tomar las riendas, con monitores propios y una manera de trabajar. Llevábamos varios años dándole vueltas y creo que es un éxito. Estaba previsto para unos cincuenta niños y ya hay cien en tres meses. Creo que el próximo curso se va a duplicar y creo que subirá exponencialmente. Ya nos quedamos sin monitores y estamos buscando nuevos. Funciona bien y el nombre Celta siempre tira. A los niños los captas con el nombre Celta. Si llegan al cole con el chándal del club… Pueden presumir y todo. Ya estamos pensando en hacer clases en inglés el próximo año. Un grupo en idioma extranjero y otro en gallego, que no hay. Estaría bien.
¿Hay renovación en el atletismo vigués?
Se produjo una renovación en los últimos años. La directiva del AVA se ha ido modificando porque es fundamentalmente de padres, y también la del Celta. Alfonso Posada, que trabajó por y para el atletismo, ya alcanzó los ochenta y pico años y delegó. Es todo en el atletismo de Vigo y ahora hay una directiva joven. El presidente no llega a sesenta años y el siguiente en la escala ya está en los treinta y ocho. La gran mayoría están en la treintena y sí que son caras nuevas. Traemos ideas nuevas porque vimos las carencias y hay que mejorarlas. La renovación es buena, no porque todo lo anterior es malo, si no porque la gente termina aburriéndose de hacer siempre lo mismo. Por este motivo, es bueno la renovación. Un caso es la página web, que cada poco tiempo cambia el responsable. Entra alguien se cansa y después le toca otro.
¿Se puede llegar a vivir, a día de hoy, del atletismo?
Como entrenador es imposible. Ayuda si tienes otro trabajo, como me pasa a mí. Como atleta es complicado porque las becas bajaron mucho. Hace unos años, si por ser atleta internacional te daban 12.000 euros, ahora tienes 7.000. Con la primera cifra, puedes vivir. Con la segunda, ya no es lo mismo. Y después, también depende de la disciplina. Una cosa es que lances martillo, que tienes muy pocas opciones de aumentar ingresos o tenerlos por otros lados. Si eres fondista con un nivel más o menos de élite, es distinto porque te ayuda el atletismo popular. Ahí ganas dinero en las distintas carreras que hay porque puedes acceder a premios. Otra cosa, que es importante y la gente no sabe, es que un atleta no cotiza. Yo llegué a los 31 años sin una cotización. Todo son becas. Ganas dinero, pero no cotizas nada. Todo el mundo piensa que los deportistas son futbolista y no es así. A mucha gente se lo cuentas y no lo entiende. Yo, a los 30 años, tenía la seguridad social de mis padres. No podía alquilar directamente un piso, no puedes comprar un coche a plazos… Y claro, después te lesionas y quedas sin un ingreso. La gente hace la asociación de deportista y rico. Cuando voy a los colegios a dar una charla siempre me hacen tres preguntas: el dinero, las novias y los coches que tienes. Dinero, como tu padre; coche, el que cuadra; y novia, una y cuando tengo. Automáticamente se dan la vuelta y ya no les interesa. Creo que es un problema grave.
¿Hay dopaje en las pruebas populares?
No hay controles. Y se da el caso de que atletas que dieron positivo pueden correr pruebas de este tipo. Yo tengo colegas que ganan unos 500 euros todos los fines de semana. Limpios, sin declarar. Si juntas cuatro semanas de carrera, son 2.000 euros. Después, siempre hay gente sin escrúpulos que hace el cálculo. Si puedo ganar 2.000 o más y doparme al mes me cuesta 500… Incluso puedo mejorar y llegar a los 5.000 euros. El otro día vi un artículo que afirmaba: hay dopaje en las pruebas populares. ¿Es novedoso? ¿Nadie lo pensó? De hecho, hay atletas que corren en populares y no pisan la pista. No le interesa porque, si te federas, pasas controles antidoping.