El décimo aniversario de la San Silvestre de Vigo se celebró a lo grande al romper todos los récords gracias a reunir entre 3.500 y 4.000 participantes, según fuentes municipales, en la última tarde de 2015. El éxito de la convocatoria, con entrega de alimentos no perecederos para el Banco de Alimentos de Vigo, multiplicó por 2,5 los 1.400 corredores de 2014 e incluso obligó a retrasar diez minutos la salida dado el enorme número de inscritos de última hora que se acumulaban en la Alameda para la entrega de su ayuda solidaria.
El tiempo, además, resultó decisivo para que los vigueses acudiesen de forma masiva a la convocatoria en familia o en grupo, ataviados con disfraces a cada cual más curioso y trabajado. Por supuesto, la enorme hilera humana formada ante los arcos de salida era una riada de tocados de Papá Noel. Con el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, para dar el bocinazo de salida acompañado por el edil de Deportes, Manel Fernández, la organización acertó en el recorrido estudiado junto con la Policía Local para la convivencia del paso de los atletas y el comercio local.
La prueba, que necesitó casi diez minutos para que todos los participantes cruzasen el arco de salida, concitó gran expectación y el discurrir de la riada humana por el Casco Vello, con su hostelería llena celebrando las horas finales del año, se ganó el aplauso del espontáneo público de terrazas o que departía de pie, a la entrada de los establecimientos.
Vigueses con disfraces de lego, de scalextric, de trogloditas, niños pequeños que realizaban el último tramo a caballo de sus padres o a quienes estos llevaban de la mano en los metros finales para hacerles partícipes de la prueba, un buen número de perros conociendo la ciudad de otros modo… La creatividad se desplazaba en zapatillas de atletismo e incluso hacía alusión a la primera trilogía de “La guerra de las galaxias” al presentarse en línea de meta el mismísimo Darth Vader. Era la fiesta de todo Vigo. Por supuesto, el atletismo federado también estuvo bien representado y Daniel Bargiela, campeón del circuito de carreras populares 2015, o Sandra Mosquera, ganadora en 2014, no se perdieron la fiesta de la solidaridad. Como tampoco Carmela Cardama: el Comesaña Sporting Club, centenario en 2015, se dejó ver. Y mucho.
La entrega de premios a los mejores disfraces cerró el acto. El pack de cervezas Estrella Galicia, un grupo de jinetes, un corredor representando al nuevo partido “Corremos”, un Braveheart, los minions, las seis novias a la carrera (entre las que figuraba Sara Pérez, uno de los valores del Comesaña), un grupo de renos o, el disfraz más numeroso y logrado, un belén viviente de casi cuarenta miembros, recibieron su premio como vencedores.