En este caso, el ángulo y la altura desde la que está tomada esta fotografía provoca una engañosa imagen en la que el tamaño de las farolas resulta desproporcionado. Pero sólo es un efecto óptico en el que los transeúntes resultan empequeñecidos como si fueran auténticos enanos deambulando en un bosque de gigantescas luminarias.