Durante toda la jornada del viernes los operarios de Balaídos trabajaron a destajo para achicar el agua que causó estragos en el estadio e inundó los vestuarios. Ya por la noche, la situación estaba más o menos normalizada y este sábado la tienda situada en los bajos del estadio funcionó con normalidad.
Sin embargo, desde el Celta no pueden garantizar todavía que se dispute el encuentro ante el Atlético. Todo dependerá del tiempo de este domingo. Según los pronósticos, las lluvias más copiosas se producirán alrededor de las cinco de la madrugada. Durante la mañana seguirá lloviendo, aunque con mucha menos intensidad. Los chubascos volverán a arreciar a la hora de inicio del encuentro, pero serán menos intensos que los de la madrugada.
Si se cumplen estos pronósticos, más halagüeños que los del viernes, el partido podría disputarse, ya que la hora de la pleamar, las 16:12, coincidirá con la franja horaria de menor precipitación del día. Esto es importante porque las probabilidades de desbordamiento del Lagares se incrementan con la marea alta. Recordemos que las inundaciones del pasado viernes que afectaron a la zona de Balaídos y al propio estadio se debieron precisamente al desbordamiento de este río.
A primera hora de la noche de este sábado, el nivel del Lagares no era preocupante. No obstante, las fuertes lluvias que se esperan para este madrugada es probable que vuelvan a provocar su desbordamiento. Si no llueve con intensidad durante la mañana, como indican las últimas previsiones, daría tiempo a que se retirase el agua que se podría acumular en los exteriores del estadio antes de los prolegómenos del encuentro, por lo que los aficionados podrían acceder a Balaídos sin mayores problemas.