Berizzo ya entró recientemente en la historia del Celta al convertirse en el entrenador extranjero con más partidos en Primera -superó a su compatriota Carlos Aimar-, sigue sumando encuentros y es probable que se convierta en uno de los técnicos que más huella dejen en Vigo, codeándose con Víctor Fernández, el propio Paco Herrera, Chechu Rojo o algunos históricos como Ricardo Zamora, Pasarín o Arza.
Todo hace indicar que en las próximas semanas arreciarán los rumores sobre su posible marcha a la selección de Chile, ya que Sampaoli haya confirmado que no seguirá. No obstante, el Toto ya ha señalado en más de una ocasión que no dejará tirado al Celta, que el equipo o selección que quiera hacerse con sus servicios deberá esperar a negociar al mes de junio. Este mismo martes se negó a hablar sobre la marcha de Sampaoli cuando fue cuestionado al respecto por un periodista chileno.
En el Celta esperan que Berizzo renueve su contrato, que acaba en poco más de cinco meses, y sea el timonel del conjunto celeste las próximas temporadas, en las que todo hace indicar que el club volverá a disputar competiciones europeas. La afición, por su parte, ha convertido al Toto en un ídolo, como ya lo fue en su paso por Vigo como jugador. El fútbol de ataque y tremendamente intenso que propone y, obviamente, los buenos resultados que está obteniendo el Celta son los mejores avales para Berizzo, que se está convirtiendo en uno de los técnicos de moda en el fútbol europeo.
El largo camino hacia Berizzo
Desde que Mouriño accedió a la presidencia del Celta, en 2006, han pasado once entrenadores por el banquillo: Fernando Vázquez (41 partidos con Mouriño), Hristo Stoichkov (17), Juan Ramón López Caro (21), Antonio López (9), Alejandro Menéndez (5), Pepe Murcia (30), Eusebio Sacristán (66), Paco Herrera (119), Abel Resino (14), Luis Enrique Martínez (40) y Eduardo Berizzo (66).
Vázquez, el primero de la lista, fue una herencia de Horacio Gómez. El de Castrofeito, que desde esta semana es el nuevo técnico de David Costas en el Mallorca, fue destituido mediada la primera campaña de Mouriño en la presidencia. Tras él, llegó Stoichkov, con el que se consumó el descenso a Segunda. El búlgaro inició la nueva aventura en la categoría de plata, pero pronto sería sustituido por López Caro. Esta temporada fue muy turbulenta porque dos técnicos más pasaron por el banquillo: Antonio López, que había llegado al club como ayudante de Stoichkov, y Alejandro Ménendez, que hasta ese momento entrenaba al filial.
En la 2008/09 se inició una nueva etapa con Pepe Murcia. El andaluz tampoco duró mucho y antes de que finalizase el curso fue sustituido por Eusebio Sacristán. Con el vallisoletano se encontró un poco más de estabilidad. Tras conseguir una agónica permanencia en Segunda, comenzó a cuajar el proyecto de cantera, pero los resultados tampoco fueron los esperados.
Por este motivo, en la 2010/11 Paco Herrera se hizo cargo del proyecto. En su primera campaña se quedó a las puertas de un ascenso que conseguiría un año después. Herrera fue el elegido para guiar al Celta en su retorno a Primera, pero acabaría siendo destituido. Abel Resino llegó en su lugar, siendo el técnico que obró el milagro de la permanencia de 2013.
Resino, sin embargo, no se ganó la confianza de Mouriño, que en la 2013/14 puso al mando de la nave a Luis Enrique Martínez. El equipo fue de menos a más, se salvó sin agobios y acabó la temporada en el noveno puesto. Pero el asturiano se marcó al Barcelona y hubo que buscar a un nuevo entrenador. El elegido fue un viejo conocido, Eduardo Berizzo, con el que el Celta está reverdeciendo viejos laureles.