La primera parte se convirtió en una dura batalla que tuvo un final cruel para el Celta. Los de Berizzo tuvieron que luchar ante un rival que propuso un encuentro intenso, enviando balones al área y no dando un respiro a los celestes. El Sevilla sabía que necesitaba desactivar el juego combinativo vigués, presionar, ganar en intensidad y fiar buena parte de sus opciones a su superioridad física. Ya en el primer minuto, Kolo tuvo la primera oportunidad. Su cabezazo se marchó fuera por poco.
El Celta no estaba cómodo. No lograba combinar y apenas se acercaba por el área rival. Además, sufría lo indecible en las jugadas a balón parado. En el 24, Rubén fue providencial. El portero logró rechazar un nuevo testarazo de Kolo. Los pies del guardameta se encontraban dentro de la portería, pero con los puños rechazó el balón antes de que este traspasase la línea imaginaria de gol. Solo unos segundos después, un cabezazo de N’Zonzi se marchaba lamiendo el palo.
Eran los peores minutos para los celestes y en el 26 llegó una jugada clave con protagonismo de nuevo para Rubén. Sergi Gómez agarró a Vitolo dentro del área y Clos Gómez señaló penalti. El meta celeste, discutido en las últimas semanas, se convirtió en el héroe al detener el lanzamiento desde los 11 metros de Gameiro. El canterano adivinó las intenciones del francés, se tiró a su izquierda y llegó antes de que el balón se colase en la portería.
Hallarse al borde del precipicio y no caer despeñado le sentó bien al Celta. Porque tras la parada de Rubén llegaron sus mejores momentos. Al filo de la media hora, el balón le llegó a Orellana en banda izquierda. Se fue de dos contrarios y centró al corazón del área. Allí estaba Sergi Gómez, que envió su testarazo a la cruceta de la portería defendida por Sergio Rico. El central catalán a punto estuvo de enmendar su error en el penalti.
El Sevilla, tras desaprovechar su mejor oportunidad y ver cómo el Celta se venía arriba, volvió a la carga. En una jugada embarullada en el área, ni Vitolo ni Gameiro llegaron a rematar. En la acción siguiente, el Celta pudo marcar. Aspas condujo una contra, el esférico le llegó a Hugo Mallo y este abrió a la izquierda. Allí estaban Orellana y Tucu Hernández. Este último fue el que remató. Su disparo se marchó fuera rozando el palo.
Los locales seguían fiándolo casi todo a su superioridad en el juego aéreo. Rubén supo responder con autoridad, sacando de puños un par de balones peligrosos. Pero el Sevilla acabó consiguiendo su premio justo antes del descanso. Éver Banega botó el enésimo córner, Rami saltó más que Cabral y Tucu Hernández y envió un cabezazo lejos del alcance de Rubén.
Este gol llegó en el peor momento. Ya no hubo opción para reaccionar porque el árbitro señaló poco después el final de la primera mitad.
La segunda parte comenzó con el Celta atacando, buscando el empate. Tras una jugada de Jonny, Aspas recibió de espaldas dentro del área. Con una buena maniobra logró centrar y en el segundo palo remató Cabral con el pie. El balón se marchó a las manos de Sergio Rico.
El Sevilla, sin embargo, seguía asustando. En el 55, Krohn-Dehli amenazaba con entrar en el área y fue derribado por Wass. En el lanzamiento de falta posterior, Banega obligó a que Rubén protagonizara una buena estirada.
El momento clave del encuentro llegó en el 57. En una jugada en el área sevillista, Tucu Hernández se disponía a lanzar a portería, cuando Kolo, entrando con las dos piernas, cometió sobre el celeste un clamoroso penalti. Clos Gómez decidió no señalarlo e indicó córner. Tras este lanzamiento a favor, llegaría el segundo del Sevilla. Mientras casi todos los jugadores del Celta estaban en el área rival, Krohn-Dehli envió un magnífico pase a Gameiro, que le ganó la carrera a Jonny para plantarse ante Rubén. El francés batió al portero celeste con mucha sangre fría.
En cuestión de segundos, el Celta pasó de acariciar el empate a verse dos goles abajo. Esto supuso un jarro de agua fría para los celestes, que poco después encajaron el tercer tanto en una jugada muy similar. El Sevilla de nuevo golpeó a la contra aprovechándose de que su rival estaba volcado en ataque. De nuevo fue Gameiro el encargado de marcar.
El partido parecía resuelto, pero no así la eliminatoria. Un gol daría esperanzas a los celestes de cara a la vuelta. Pero resultaba difícil levantarse tras esa decepción. Aun así, tirando de orgullo, los de Berizzo lo intentaron, pero fallaban las piernas, no había frescura. El partido reservaba una última decepción. En otra contra, Michael Krohn-Dehli hizo el cuarto. El danés le puso la puntilla a su exequipo. No lo celebró, a pesar de colocar al Sevilla con pie y medio en la final.
Sevilla: Sergio Rico; Coke, Rami, Kolo, Tremoulinas; N’Zonzi, Cristóforo (Carriço, min. 70), Banega (Konoplyanka, mi. 73), Vitolo, Krohn-Dehli; y Gameiro (Llorente, min. 78).
Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Sergi Gómez, Cabral, Jonny; Radoja, Wass (Marcelo Díaz, min. 83), Tucu Hernández; Iago Aspas, Guidetti (Beuavue, min. 77) y Orellana.
Goles: 1-0, min. 44: Rami; 2-0, min. 59: Gameiro; 3-0, min. 61: Gameiro; 4-0, min. 86: Krohn-Dehli.
Árbitro: Clos Gómez (colegio aragonés). Mostró tarjeta amarilla a los locales Rami, Coke, Llorente y Krohn-Dehli; y a los visitantes Iago Aspas, Wass, Radoja y Sergi Gómez.
Incidencias: Encuentro correspondiente al partido de ida de las semifinales de la Copa dle Rey disputado en el estadio Sánchez Pizjuán de Sevilla.