Fue lo que sucedió mediada la primera mitad en el campo de As Lagoas el pasado sábado entre el Blusens Networks Vigo Rugby y el Quesos Entrepinares B. El campo de As Lagoas, con charcos desde el inicio del partido, no aguantó más hasta quedar convertida la banda en una laguna. Tras muchas peticiones del equipo visitante, el colegiado tuvo que ceder en el descanso y se paró el partido.
La reglamentación dice que tienen que verse las líneas y lo cierto es que no se distinguían, aunque después mejoró la tarde. Manolo Lago, delegado de la entidad viguesa desde tiempo inmemoriales, confesó que «en los últimos quince años no se suspendió ningún partido». Su recuerdo es de dos enfrentamiento sobre el año 2000 en Copa Xunta. Uno contra el CRAT, «que no se jugó por el viento» y otro «en el que había mucha niebla y era imposible». Desde aquella hasta el presente, «por la lluvia tuvimos un partido con el Burgos en el que pidieron dejar de jugar en el minuto 60».
Y es que el pasado sábado coincidió el epicentro del temporal con el encuentro de rugby. Hace varias temporadas, en una jornada similar, el agua y el viento llegaron unas horas antes del partido de promoción de ascenso ante el CRC y hace un par de campañas se trasladó un encuentro a Pontevedra porque As Lagoas estaba impracticable. En ambos casos hubo solución. El pasado sábado no la hubo porque, por momentos, costaba distinguir a los jugadores sobre el campo por la lluvia y el viento. Un manto blanco cubría el horizonte. Hubo hasta cuatro lesionados en sólo 40 minutos. Y es que el cielo abrió las compuertas y dejó las siguientes fotografías. En muchas de ellas se puede ver como la lluvia llegaba a tapar a los jugadores. El objetivo no sabía lo que enfocar…