Cientos de coches abarrotaron este sábado la carretera N-120 a su paso por Fontefría. Situado a 800 metros de altura sobre el nivel del mar, las habituales nevadas de cada invierno vienen acompañadas por un aluvión de gente, especialmente familias con niños, que no pierden la ocasión para disfrutar de la nieve.
A Cañiza amaneció nevada e incluso en sus calles se dejaron notar los copos. A lo largo de la mañana volvieron a registrarse precipitaciones y la nieve cuajó en los puntos más altos. Hasta allí acudieron vehículos llegados desde toda la comarca. El hehco de que en O Galiñeiro se derritiese el manto blanco a media mañana ayudó a que el destino escogido por miles de personas fuese A Cañiza.
Muñecos de nieve y guerras de bolas hicieron las delicias de los más pequeños, pertrechados con ropa de abrigo para soportar las bajas temperaturas y disfrutar de la nieve, muchos de ellos por primera vez. Todoa apunta a que en la noche del sábado al domingo se repitan las nevadas, por lo que la mañana del domingo la avalancha de visitantes puede ser mayor.