Este rodaje ha sido su primera vez en Vigo. ¿La ciudad ha cumplido las expectativas?
He estado muy bien, muy a gusto. Yo soy andaluza y Vigo está muy lejos. No había estado nunca. Me habían dicho que siempre hacia mal tiempo, que llovía, que la gente hablaba poco y que eran muy tímidos y me ha parecido todo lo contrario.
Ha podido romper los tópicos
Sí, además es algo que odio. Pero no puedes evitar creer que son reales de tanto que se repiten. Hemos estado muy bien rodando y nos han tratado genial. Hizo sol todos los días y en Málaga nos hizo malo.
¿Cómo se tomaron la expectación generada con el rodaje?
Tienes más presión porque hay mucha más gente pendiente del proyecto. Hay personas observando todo el rato y deseando enterarse de algo cuando tú no puedes contar nada. Y quieres hacerlo bien porque sabes que hay personas deseando que la película salga en el cine. Pero es bonito ver que hay gente pendiente de tu trabajo y con ganas de saber lo que estás haciendo.
¿Con dos monstruos de la interpretación como Luis Tosar y José Sacristán se acaba siendo mejor actriz?
Sí, desde luego. Bueno, no sé si mejor actriz porque la interpretación es algo muy personal. Pero mejor profesional, sí. Hacía mucho tiempo que no aprendía tanto en un rodaje. Cómo se comportan en el set, cómo llevan todo tan preparado y la actitud que tienen a la hora de preparar cada escena. He aprendido mucho. Mario Casas, Luis Tosar y José Sacristán son la Santísima Trinidad del cine español ahora mismo. Todos forman parte del presente, pero se podría decir que son pasado, presente y futuro. Es un honor haber compartido minutos en pantalla con ellos
Tras saber lo que es el éxito con premios como un Goya, ¿crece la presión por agradar?
Me encantaría decirte que me da igual pero la verdad es que sí. Yo quiero que la gente siga considerándome tan buena actriz como lo han hecho hasta ahora. Pero también es algo mío, porque yo quiero superarme día a día. Pero sí, hay presión. A todo el mundo le gusta que le digan lo bueno que es y que eso se mantenga a lo largo del tiempo. El día que me digan que soy malísima y que me vaya a mi casa pues me encerraré en una habitación a llorar.