Eduardo Berizzo optó por reforzar el centro del campo en Cornellá prescindiendo de Guidetti en la punta del ataque. Orellana, a pesar de estar renqueante, fue titular. Y con este once el Celta trató de hacerse con el dominio del encuentro desde el primer minuto. Lo logró. La potencia de un inmenso Tucu Hernández en la medular estaba creando muchos problemas al Espanyol. El conjunto celeste se asociaba y trataba de mover el balón con velocidad.
Sin embargo, la primera ocasión clara fue para el equipo local. Llegó en el minuto 6 y fue producto de un error céltico. Marcelo Díaz trató de controlar el balón en la frontal del área para sacarlo jugado desde atrás, pero Abraham le robó la cartera. El espanyolista encaró a Sergio. Por fortuna, el meta céltico tapó bien su portería y consiguió rechazar el disparo.
Fue solo un accidente. El Celta siguió dominando. Eso sí, las ocasiones no llegaban. Hasta el minuto 27, cuando Iago Aspas no perdonó en el primer acercamiento nítido de los vigueses. Los de Berizzo recuperaron el esférico y se fueron al ataque combinando. El propio Aspas, de espaldas a la portería, abrió a la banda derecha, donde se incorporaba Orellana. El chileno envió un buen centro y el delantero moañés, en un alarde de agilidad, puso el pie a la altura de la cabeza para rematar de forma acrobática y batir a Pau.
Tras el tanto, el Celta perdió un tanto su dominio. Le cedió el balón al Espanyol, que lo aprovechó y después de conseguir finalizar un par de jugadas, marcó el tanto del empate. Hernán Pérez centró desde la izquierda. Sergi Gómez despejó hacia el centro y el rechace fue aprovechado por Asensio, que con un tremendo zurdazo desde la frontal batió a Sergio.
El gol del empate sirvió como un despertador para los celestes, que espabilaron y volvieron a desplegar el fútbol preciosista del que carecieron en los 11 minutos que transcurrieron entre un tanto y otro. Nolito, Orellana y Aspas volvían a aparecer, a combinar en las inmediaciones al área, pero al ataque le faltaba de nuevo contundencia y remate y el partido se fue al descanso con empate en el marcador.
La segunda parte comenzó con los dos equipos buscando su segundo gol e intercambiando ocasiones. El Celta ya no se encontraba tan cómodo como en la primera mitad. El Espanyol dio un paso adelante, no se limitaba a ser un mero espectador. El descontrol no favorecía a los celestes, que necesitaban serenar el encuentro y volver a jugar con paciencia.
Galca hizo una declaración de intenciones al dar entrada en el campo a Caicedo en sustitución de Abraham. Era un cambio ofensivo. Parecía que el Espanyol no se conformaba con el empate. Pero al que mejor le sintió esta variación en el esquema catalán fue al Celta, que volvió a hacerse con el control. Aspas dispuso de una espléndida ocasión, que finalmente sería anulada por un fuera de juego inexistente. El partido se volvía a jugar en las proximidades del área del Espanyol y el balón era celeste.
Pero el Celta se desinfló de nuevo en los minutos finales e incluso fue el Espanyol el que más lo intentó en ese último tramo. Al final, un punto que no permite a los celestes recuperar la quinta plaza y que complica la posibilidad de que sea matemática ya esta jornada la clasificación para Europa.
Espanyol: Pau, J. López, Álvaro, Óscar Duarte (Enzo Roco, min. 70), Rubén Duarte, Diop, Víctor Sánchez, Abraham (Felipe Caicedo, min. 64), Hernán Pérez, Asensio y Gerard Moreno (Burgui, min. 79).
Celta: Sergio; Jonny, Cabral, Sergi Gómez, Planas; Radoja, Wass, Tucu Hernández; Orellana (Bongonda, min. 89), Nolito y Iago Aspas (Guidetti, min. 69).
Goles: 0-1, min. 27: Iago Aspas; 1-1, min. 38: Asensio.
Árbitro: Prieto Iglesias (colegio navarro). Mostró tarjetas amarillas al local Víctor Sánchez; y al visitante Tucu Hernández.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 34ª jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio de Cornellá-El Prat.